Para la ocasión, Paul apuesta por el siempre seguro traje negro con camisa blanca, una opción siempre segura que además le queda genial.
Mientras que Torrey se atreve con el rojo en un vestido palabra de honor entallado hasta la cintura, con una caída ligeramente abombada hasta por debajo de la rodilla. El corpiño está bordado con pequeñas piedrecillas, mientras que unos encajes bajan por la falda hasta formar una cenefa en el extremo inferior.
Para no quitar protagonismo al vestido, lo combina con unos tacones nude de punta redonda y un maquillaje discreto en tonos tierra claritos, centrado en resaltar principalmente los ojos.
fuente:paulandtorrey/via:onlytvd´sblog
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