lunes, 21 de enero de 2013

Damon y Elena: Evolución a lo largo de la cuarta temporada

Nota: Este artículo trata solamente de la evolución de Damon y Elena,  por lo que no se puede considerar resumen de los capítulos ni review


Artículo escrito por Black Mamba Only TVD's Blog (The Vampire Diaries)

Volvemos a encontrarnos después de un largo parón que nos ha tenido todo el verano en vilo especulando sobre los últimos acontecimientos de la season finale. Elena eligió a Stefan, pero su elección vino determinada sin tener en cuenta algunos detalles y situaciones que Damon le había forzado a olvidar. Unos detalles que podrían provocar que la balanza se equilibrase de nuevo o no, pero que no van a dejar a Elena indiferente aunque en un principio parezca lo contrario.
Una de las mayores diferencias que existe entre los hermanos Salvatore respecto a Elena es la libertad en dejarle tomar sus propias decisiones. Mientras que Stefan la dejaría morir con tal de respetar su voluntad, Damon se autodenomina egoísta a sí mismo por el mero hecho de opinar lo contrario. El significado que tiene la palabra egoísta para él es, curiosamente, anteponer la vida de su amada por encima de todas las demás, incluida la suya. Es un concepto bastante romántico del egoísmo, y algo que analizaré más adelante para intentar animaros a todos los fans de esta pareja, ya que no debéis olvidar que una de las principales características es lo complicada que puede llegar a ser en algunos momentos. Nina Dobrev describió claramente en una entrevista el significado de esta relación, y no puedo estar más de acuerdo: “A veces cuando intentas luchar contra algo que no quieres que ocurra, cuanto más te resistes, más tensión se crea. La relación de Elena y Damon es un claro ejemplo de esto. Ellos siempre se están peleando, pero es porque se aman de alguna forma y esta es la forma de expresarlo, pues no pueden expresarlo a través del amor. Lo expresan a través de la frustración y de esa especie de odio”.

Tal y como detalló la actriz, Damon y Elena no pueden amarse. La única expresión de su amor es la pelea, la frustración y el hacerse daño el uno al otro. Se quieren, pero es un amor imposible debido a que ella nunca ha dejado de tener sentimientos por Stefan. Damon es impulsivo, la cuestiona, la reta… y esto es algo a lo que siempre le ha dado miedo enfrentarse. Su elección como humana fue Stefan, porque era lo que necesitaba en aquel momento, porque era lo correcto. Pero los sentimientos como vampiro se vuelven fuego, y la pasión se multiplica por diez. La Elena humana ya no existe, y la vampiresa va a intentar aferrarse a la decisión que tomó al final de la tercera temporada porque cree que es lo correcto, lo que la aferra a su anterior vida. Ha elegido y ahora no puede echarse atrás. “No importa lo que sienta por ti” le dijo a un Damon a punto de ser aniquilado por su amigo Alaric. Elena es capaz de intentar enterrar sus sentimientos con tal de mantener sus creencias. Pero… ¿qué va a ocurrir con la Elena vampira cuando todas las sensaciones se multipliquen? ¿Reunirá las fuerzas suficientes para seguir adelante con su decisión o volverá a flaquear con la mera presencia de Damon?

4×01 (Growing Pains). La transición de Elena ha resultado tremendamente dura por no haberse alimentado de inmediato. Una vez más su decisión ha sido apoyada por Stefan (aun habiendo reconocido que la debería haber salvado a ella primero) y Damon no puede estar más enfadado con la situación después de que su hermano haya puesto en peligro su vida. Evidentemente, con este plantel, no creo que el mayor de los Salvatore abandone la ciudad ya que no se fiará de que su hermano la instruya correctamente en su nueva “no vida”. Y por supuesto van a surgir disparidades entre ambos, ya que cada uno se toma el vampirismo y la forma de afrontarlo a su manera.

Finalmente, después de dos largas temporadas, llegó el momento que todos estábamos esperando. Elena, en estado de transición, recuerda de una forma bastante original cómo Damon confesó que la amaba y le borró la memoria al no sentirse digno de ella. La secuencia se relata de una forma muy original en la que se mezclan imágenes del pasado con el presente. Elena contempla la escena, confusa, como si aún no fuera consciente de lo está presenciando. Mira a su alrededor y se toca el cuello al pensar que lo está viviendo en directo. Ha sido testigo, al fin, del acto altruista de Damon. La quiere tanto que la dejaría escapar con tal de hacerla feliz aunque esto provocase su locura, ira y desdicha. Así ama Damon, con todas sus consecuencias, y esto es algo que, al contrario de lo que se pueda pensar tras el transcurso del capítulo, no le va a dejar indiferente.


Elena debe ser consecuente con su decisión para no herir a los hermanos, y al final del día, sigue fiel a sus palabras. La conmovedora escena de ella y Stefan dentro de la jaula que hizo derretir incluso a Rebekah nos muestra que es cierto, que sigue queriendo a Stefan por encima de todo, de forma inmaculada y humana. Pero no olvidemos que Elena sigue en su estado de transición a vampira, y no de forma literal. Todo lo que haya sentido hasta ahora será una nimiedad comparado con el nuevo mundo que va a descubrir. Y esto incluye, desde luego, la explosión de emociones incontroladas que siente por Damon. ¿Cómo luchará contra estos sentimientos? Ahora lo recuerda todo, y así se lo hace saber cuando éste intenta atacar a Matt con toda su ira al haber sido salvado en lugar de Elena. Pero ésta lo frena, y es el primer enfrentamiento que tiene con él como vampira. Damon vuelve a cuestionarla y ella le pregunta por qué le ocultó el hecho de haberlo conocido a él antes que a Stefan. Damon cree que el contarle la verdad no hubiese influido en su decisión, pero está claro que en algo hubiese influido, pues de lo contrario, no se lo hubiese preguntado. Elena se defiende contestándole que tomó su propia decisión y si quiere enojarse con alguien, lo debe hacer con ella y no con los demás. Pero dentro de la conversación que tienen, podemos vislumbrar una pequeña parte que sin duda, ha ayudado en la decisión final de Elena: el hecho de que Stefan respeta sus decisiones y él no. Y gracias a eso, Matt sigue vivo. Elena tiene una alta capacidad para sacrificarse por los demás, y teniendo a Damon al lado sabe que la antepondría por encima de todos. Esto es un riesgo que ella, como personaje sacrificado que es, no está dispuesta a asumir. “Te hubiera salvado sin pensarlo” le dice enfadado. “Eso es lo que pensé. Y Matt estaría muerto” responde ella. “¡Matt estaría muerto!” grita. “Pero tú no” responde él. “Y podrías haber crecido, y tener todo lo que querías, todo lo que te merecías, y aunque no lo entendía, ahora lo entiendo. Eso es lo que yo quería para ti, Elena. Y con gusto te lo hubiese dado y dejar que Matt muriese porque soy egoísta. Pero eso ya lo sabías, ¿verdad?” le dice acercándose a ella lentamente. “La primera noche en que nos conocimos no es lo único que recuerdas” le susurra dejándola sin aliento. Está claro que a Elena le va a costar deshacerse de estos sentimientos tan profundos que la dejan sin palabras. Solo hace falta contemplar la escena para ver lo que esconde su mirada. Damon solo quería que ella tuviera todo lo que desease, y su principal deseo era crecer, tener hijos y envejece como cualquier ser humano. Todo esto le ha sido arrebatado por la decisión de salvar a Matt, y Damon hubiese matado con tal de garantizar su felicidad. Para Elena es una forma egoísta de querer, pero en el fondo, es consciente de que Damon le ha ofrecido su amor sin esperar nada a cambio. El amor verdadero puede ser insano y extremadamente peligroso. Significa querer lo mejor para la otra persona e incluso más que para sí mismo. El amor verdadero duele, y Elena es capaz de percibirlo, aunque se compadece de todo el mundo menos de Damon, a quien se enfrenta sin importarle sus sentimientos. Pero no nos equivoquemos con lo que pueden llegar a significar sus acciones. Me remito de nuevo a la frase de Nina Dobrev describiendo su relación: no pueden quererse de ninguna otra forma que no sea la de la frustración y esa especie de odio. Elena está escondiendo su amor a través de sus reproches, enfados y palabras hirientes hacia Damon. Es el único modo que tienen de amarse el uno al otro, y a pesar de lo que podáis pensar, creo que es precioso, romántico y muy característico en ellos.



El amor que siente Elena por Stefan es completamente diferente. Stefan siempre ha sido su protector, la persona que ha estado allí cuando la ha necesitado sin cuestionarle nada en absoluto. La escena en la que éste le ofrece el anillo solar describe perfectamente lo que dicen que son: amigos y hermanos para siempre, llenos de amor y afecto pero carentes de pasión. Me quedo por supuesto con la escena en la que Damon y Elena se miran con rabia, después de sorprenderla con sus palabras al manifestarle que lo recuerda todo. Nadie puede negar que la chispa sigue intacta. Y me quedo también con el hecho de que si Damon se hubiese sometido a Elena en la toma de decisiones, probablemente hubiese tenido más números para ser el elegido. Pero entonces no sería Damon… y en el fondo a ella le gusta tal y como es, pero no está preparada para enfrentarse a ello ni a unirse a un compañero que pondría la vida de sus amigos en peligro por salvarla. Pero su historia como vampira no ha hecho más que empezar, y sus necesidades van a ser bastante diferentes a las humanas. ¿Seguirá los pasos de Stefan a base de dieta de animales o dejará llevarse por su naturaleza con las instrucciones de Damon? El triángulo se ha renovado, y yo no puedo estar más satisfecha con ello, pues la tensión de Damon y Elena va a seguir manteniéndose con fuerza hasta que sea inútil negar lo evidente.

4×02 (Memorial). La transformación en vampiro de Elena está resultando ser bastante complicada, y no solo debido a la dificultad en controlar sus emociones, sino a que por alguna extraña razón, no acaba de digerir bien la sangre. A lo largo de la serie hemos visto que hay cosas con las que no puede contar con su novio porque “no lo entendería” (palabras literales), y el tema de la dieta es una de ellas. Stefan no es el más indicado para enseñarle a Elena cómo ser un vampiro a base de cazar animalitos, y mucho menos si tienen cara de Bambi. ¿No podía haber escogido un animal menos entrañable? En fin. Sigamos con lo que nos interesa.

Elena decide acudir en busca de Damon para que la ayude con su problema. La escena del grill en el que ella intenta “romper el hielo” acusándole ligeramente de haber provocado la explosión en el consejo no tiene desperdicio. Y la respuesta de Damon al echar a Elena del taburete que ocupaba Alaric es simplemente, brillante: “Quiero fingir que hay alguien ahí porque la alternativa es demasiado deprimente”. El vampiro, haciendo uso de su ironía, le acaba de confesar a Elena lo mucho que echa de menos a su amigo con ese simple gesto, y como curiosidad, la canción de fondo que sonaba en el Sneak Peek del episodio era “Fireworks” de Cameron Ember.

El estribillo de la letra describe perfectamente el momento por el que están pasando Damon y Elena: “Oh light, oh fire. The closer they’re getting the more the sparks fly” (Cuanto más se acercan, más chispas saltan), muy adecuado para la situación que se presenta en la escena. Los guionistas nos han hecho un gran guiño, aunque después cambiaran la canción por “Fear and Loathing” de Marina & The Diamonds con sus frases “Nena no tienes que vivir la vida con miedo” o “No quiero vivir con miedo y odio. Quiero sentirme como si estuviese flotando”. Damon se ha convertido en el principal confidente y protector de Elena, pues es él quien al final del día la mantiene con vida siendo consecuente con su mítica frase del 2×18 (The Last Dance) “siempre te elegiré a ti”. Y ella también lo protege a él. Ambos se necesitan y no pueden evitar el estar cerca el uno del otro. Desde luego Elena nunca ha tenido una relación tan sincera y auténtica con Stefan. Todo lo que construyeron ambos en la anterior temporada sigue latente a pesar de que ella procura ignorarlo. En consecuencia, cuando surge un problema importante prefiere acudir a Damon, aunque esté enojado por los sucesos del capítulo anterior, y por eso es reacio a tomársela en serio en primer lugar. Pero es Elena su amada, su amiga, y quizás la única que le queda después de la muerte de Alaric, así que decide ayudarla de una forma un tanto peculiar. Damon cree que necesita sangre directa de las venas para digerirla (no de animales ni de bolsas de hospital), y la lleva casi arrastras al lavabo con el fin de realizar un curioso experimento. Se hace un corte en la mano y le pide a Elena que beba. Cree que este truco puede funcionar pero Stefan no debe saberlo porque es algo muy personal entre dos vampiros (Según aclaró la productora ejecutiva de la serie, Julie Plec, “Intercambiar sangre en el folclore vampírico es algo sexual, muy íntimo. Es un intercambio de fluidos corporales, que no debería estar haciendo con alguien que no es su amor verdadero.”). Elena no conoce ni por asomo lo que puede llegar a significar este acto, así que antepone su necesidad de sangre a todo lo demás y se lanza a beber de Damon cuando éste se lo ordena de forma decidida. Primero lo mira con recelo, pero no puede evitar la ansiedad que le produce la sangre, así que decide confiar en él y toma su mano mientras la abraza y le acaricia el pelo con delicadeza, disfrutando del momento sin ser Elena consciente de ello. Pero quiere más, y lo empuja contra la pared ante un sorprendido y excitado Damon que sigue acariciándola sutilmente, con los ojos cerrados sabiendo que este podría ser el último momento que comparta de esta forma tan especial con su amada. Los ligeros jadeos del vampiro mientras le acaricia el cabello con delicadeza nos demuestran que la situación ha sido de alto voltaje y llena de significado para él (como dirá Stefan más adelante cuando lo descubra).

Así pues, se puede confirmar que Elena acaba de tener su primera experiencia sexual como vampira con Damon…. y ella, tan inocente, no es consciente ni por asomo de esto. Os invito a que observéis detenidamente la escena. Desde el encuentro de Damon y Elena en el grill hasta el tórrido momento del baño… ¿Acaso no son ellos en su pura esencia? ¿No describe perfectamente el tipo de relación que tienen? Es la única forma de amarse y de expresarlo. No se les está permitido quererse de otro modo porque no está bien. Desde la aparición de ella en el grill, ambos han confesado cómo se encuentran, han confiado el uno en el otro y han tenido un momento increíblemente íntimo y pasional. No han necesitado maravillosas frases tipo “amigos y compañeros para siempre”. Solo ellos han bastado para hacernos ver las chispas que saltan a través de la pantalla cuando están juntos. Y sí… ha habido fuegos artificiales tal y como se titula la canción del Sneak Peek, “Fireworks”. Esperemos que nos brinden más escenas como esta en un futuro. Simplemente brillante.



Cuando Elena acude al entierro del reverendo, vuelve a encontrarse mal y se encierra en el baño para devolver. La joven lo deja todo perdido de sangre (incluido su vestido) y no llama a su novio precisamente en busca de ayuda. En su lugar acude Damon, con un traje limpio para ella y una bolsa de sangre que la ayudará a no perder el control. La conversación que tienen demuestra (como siempre) lo mucho que Damon se preocupa por ella. En un momento de flaqueza Elena vuelve a rechazar la sangre, y él le insiste en que necesita que la tome directamente de las venas. Damon le limpia la barbilla con ternura, acariciándola con sus dedos. Elena prefiere estar muerta antes que arriesgarse a matar a un ser humano y éste la coge por los hombros, con decisión, consolándola y poniéndole el pelo detrás de la oreja. Ambos se miran durante un instante, como si estuviesen solos en la faz de la Tierra, expresando lo que realmente sienten con la mirada, pero sin palabras para describir el hecho de que son ellos los verdaderos amantes y compañeros de por vida. Porque deberían estar juntos para toda la eternidad, pero Elena no lo va a admitir tan fácilmente, y mucho menos después de haber elegido a Stefan en la finale. Así que aprovecha el sonido de la campana de la iglesia para darse de cara con realidad e interrumpe otro momento tan especial y mágico con su huída.  Está claro que el fuego aún no se ha apagado entre ellos, y brilla aún más, si cabe.


 4×03 (The Rager). He leído algunas críticas sobre Elena y su forma de actuar ahora que es vampira. Yo estoy encantadísima con esta nueva Elena, pues ya era hora que los guionistas se arriesgaran con su personaje, siempre tan perfecto e impoluto. Y no lo digo porque su nueva condición nos dé ventaja con Damon (que evidentemente, nos la da). Lo digo porque va a cometer errores que provocarán el sufrimiento de ambos hermanos, y seguramente será odiada por ello. Pero es un proceso por el que tendrá que pasar (como todos lo han hecho) hasta que sea capaz de controlar sus impulsos. No podemos esperarnos a la misma Elena de siempre, pues de lo contrario su conversión no tendría sentido ni sería creíble. Solo espero que tengáis paciencia con ella. Debe explorar su lado oscuro y salvaje… ¡y quién mejor compañero para ella que Damon Salvatore!

En este capítulo Damon y Elena no han compartido apenas escenas, pero eso no significa que no haya habido interacción, pues Damon ha estado muy presente en sus pensamientos. En primer lugar, el gran repaso que le pega mientras éste se está quitando la ropa. Damon bromea con ella y la dirige a la cómoda donde tiene su ropa interior, pues no se cree en absoluto que esté buscando bourbon para la fiesta de Rebekah. La conoce tan bien que es capaz de adivinar a la primera que ha venido a por la estaca de roble blanco. En el momento que Damon se empieza a desabrochar la camisa se queda sin palabras, con la mirada fija en su pecho e intentando evadir su deseo preguntándole por la herida que se ha hecho en la caravana del cazavampiros. “¿Te quedas para el espectáculo?” le pregunta al ver cómo le observa mientras se desabrocha los pantalones. La escena es divertida, pues Damon, consciente de que sus emociones se han magnificado, sabe que aún tiene efecto sobre ella (recordad el “no importa lo que sienta por ti” del 3×22 “The Departed”) y bromea a su costa.



Llegamos al momento cumbre en el que Stefan y Elena intentan acostarse de nuevo después del fracaso del capítulo anterior (¿Habrá influenciado el haber visto antes a Damon sin camisa para que desate tanta pasión incontrolada?) . Si os fijáis, veréis que suena la canción “Too Close” de Alex Clare cuyo estribillo es el siguiente:

Y siento como si estuviera demasiado cerca para quererte
No hay nada que realmente pueda decir
No puedo mentir más, no puedo esconderme más,
Tengo que ser sincero conmigo mismo
Así que tomaré mi camino.

¿Podría ser un guiño de los guionistas porque se avecina una próxima ruptura con Stefan? La nueva Elena se está alejando, y su subconsciente la traiciona al pensar en Damon mientras se acuesta con su hermano. El veneno de hombre lobo provoca alucinaciones, desde luego, pero no ocurriría si no lo tuviese tan presente en su cabeza. Hasta ella misma se da cuenta, y se pregunta por qué está pensando en él. Las palabras de Damon son las de su propia mente, que se atreve a admitir algo que a ella le aterroriza: Al haberse convertido en vampiro, ahora es mucho más parecida a él que a Stefan.



Elena ha tenido muchos sentimientos encontrados en este episodio. Ha sufrido ira, excitación, miedo, sed de sangre… toda ella es una bomba de relojería que estallará tarde o temprano si no aprende a ser una buena vampira. Si Caroline logró superarlo gracias a Stefan, ahora va a ser Damon quien se va a encargar de enseñarle después de haber estado a punto de matar a Matt por accidente. “Lo superaremos. Siempre sobrevivimos”, ¿recordáis? El vínculo de Damon y Elena sigue latente e indestructible. No importa que Stefan haya sido el elegido. Lo que existe entre ellos va más allá del amor, del odio y del entendimiento. Porque él es su compañero, amante y amor verdadero, sin duda. Y siempre está allí, sumergido en las sombras, velando por ella a pesar de su sufrimiento. Pero no será fácil para ninguno, pues Elena intentará ser consecuente con su elección y luchará por frenar lo que siente por él, aunque cada vez sea más complicado. Y Damon, por mucho que le acaricie tiernamente la mejilla como otras veces ha hecho y le dé ánimos para seguir adelante, sabe que su amor por ella es imposible. Porque es la novia de su hermano y prometió abandonar el pueblo si Elena no lo elegía. Aún con todo, tal y como le dice Meredith, es un buen hermano. “Estás amarrado a una bomba mientras Stefan juega al vampiro con una chica que te rompió el corazón, pero estás haciendo un gran trabajo actuando como si no apestara”. ¿Y Stefan? Sabe que Elena está cambiando, que cada vez se está alejando más pues no puede permitirse la diversión con ella. Porque a la mínima de cambio podría hacer volver al destripador que lleva dentro, y este distanciamiento la puede llevar, irremediablemente, a los brazos de Damon.



4×04 (The Five). Elena está en constante cambio, y parte de ella es consciente de que ya no es la misma persona, pero intenta aferrarse a su humanidad de forma desesperada. En este capítulo hemos podido ver un poco de la Elena real y desinhibida que se divierte junto a su mentor: el único en estos momentos que es capaz de ayudarla porque tal y como dice, Stefan se contuvo su sed de sangre y acabó convirtiéndose en un destripador. Pero Elena está asustada al ser consciente de lo peligroso que sería dejarse llevar por los placeres de la vida que le puede ofrecer Damon, y paga su frustración con él porque sabe que en cualquier momento podría caer en sus brazos. Eligió a Stefan, y parte de ella sabe que decidió enterrar sus sentimientos para llevar a cabo esta acción. Lo eligió queriendo también a Damon, porque era lo correcto ya que en cierto modo estaba siendo egoísta al retener a ambos hermanos. Y se dejó llevar en la fiesta, porque dentro de ella aún se esconde aquella chiquilla que hemos visto tan pocas veces pero que se divertía y era feliz. Elena al lado de Stefan se anula completamente, y Stefan al lado de ella también. La dinámica de ambos funciona mucho mejor por separado, pero los guionistas no lo van a poner fácil debido al tirón de la tensión entre Elena y Damon. Al fin y al cabo es una serie que existe gracias a las audiencias, ¿no es cierto? El primer intento de Damon por enseñarla no sale según lo previsto. La joven, al ver la foto de la hija de su víctima en el teléfono móvil, la deja escapar debido a la compasión tan elevada que siente.



A estas alturas todos sabemos de lo que sería capaz de hacer Damon por Elena. El hecho de ayudarla a alimentarse entra dentro de esta dinámica en la que él debe esconder todo su amor por ella a pesar de su sufrimiento. La quiere demasiado como para seguir en Mystic Falls e intentar echarle una mano. Dentro del baile Elena está en éxtasis y Damon disfruta de su princesa de la noche sabiendo que es la única forma en que la puede tener sin rechazo ni remordimientos, sometiéndose a lo que realmente son y disfrutando del momento. Elena necesita a Damon a su lado. Se ha demostrado muchas veces a lo largo de la serie y debe aprender de él aunque gente como Bonnie no lo vea de esta forma. Porque Elena ya es como Damon, pero se niega a ser de este modo por el miedo a herir a la gente. Aún con todo, la Elena que mantiene la compostura surge de las cenizas, puesto que si todos los rasgos de su personalidad se multiplican, lo hace también su entereza y disciplina. Ha estado a punto de dejarse llevar por sus sentimientos enterrados, que luchan en su interior por surgir con fuerza. Pero al final acude a Stefan porque es lo único que la aferra a su humanidad perdida. Porque sabe que con Damon su naturaleza vampírica puede brotar sin remedio, y con ello su sed de sangre y ganas de matar.

Cabe mencionar también la canción que suena mientras bailan durante la fiesta (Feel So Close de Calvin Harris). Describe perfectamente lo que ambos están viviendo, tan cerca y tan lejos al mismo tiempo.

Me siento tan cerca de ti en este momento
Es una sensación de fuerza
Me pongo el corazón en mi manga, como una gran cosa
Tu amor se inclina, quiero decir que me rodea como una cascada
Y no hay en este momento quien nos detenga

Damon y Elena se convierten en uno solo mientras bailan, se abrazan, se miran y se tocan. Ella se siente fuerte y poderosa cuando está con él, sin dudas, e incluso le coge un poco de sangre de la barbilla y se lo introduce en la boca de forma coqueta. Él, extasiado, no puede evitar llegar más allá a pesar de ser la novia de su hermano. Porque quererla en la sombra no es suficiente, así que va a tener que tomar alguna decisión si no quiere acabar con el corazón aún más destrozado si cabe. La situación podría haber llegado a más de no ser por Bonnie, que la funde con la mirada al verla tan diferente y cerca de Damon. ¿Pero acaso no es ya Elena alguien distinto? Todos han cambiado. Y ella no tiene que ser una excepción.



A Bonnie no le ha gustado en absoluto la escena porque ha visto a su amiga actuar de una forma que no haría siendo humana. Pero tal y como dice Damon, ahora es una vampira, especie depredadora que debe actuar en consecuencia y pasárselo bien si no quiere convertirse en una destripadora como Stefan. Elena llora desconsolada porque ha estado a punto de cometer un grave error, y su entereza la ha salvado de momento. Odia el ser en el que se está convirtiendo, y es lógico, pues nunca había querido ser una de ellos. Ahora es otra persona, y debe aceptarlo. Pero es un largo proceso por el que debe pasar si quiere sobrevivir en el futuro y no acabar perdiendo la humanidad.



Elena reconoce cómo se siente. Le pide disculpas a Damon por haber dejado que las cosas subieran de tono en la fiesta. Sabe que tiene razón, que un vampiro debería ser tal y como él describe. Pero Elena odia esa condición. No soporta tener la sensación de disfrutar mientras se alimenta de la gente, de divertirse y dejarse llevar por la lujuria del momento. Elena no quiere ser como Damon, porque Damon es un vampiro y ella añora su humanidad. No obstante, recordemos aquella conversación existencial del 2×12 (The Descent) en la que Damon le confesaba a una víctima lo mucho que echaba de menos ser humano. Después de todo, Damon y Elena no son tan diferentes en este aspecto. Además, el no querer parecerse a él no significa que no le guste tal y como es. ¿Recordáis el “Me gustas ahora, tal y como eres” del 2×22 “As I Lay Dying?“. Espero que no perdáis la fe en esta pareja que se encuentra un poco perdida debido a la nueva condición de Elena. Paciencia. Lo bueno se hace esperar.



4×05 (The Killer). El capítulo de esta semana ha marcado un antes y un después en cuanto a la evolución del triángulo amoroso. Mientras somos testigos de cómo la conversión de Elena y su posible cura ha provocado que se descubra la enorme grieta que se está creando entre Stefan y ella, la confianza de Damon hacia Elena (y viceversa) va en aumento. Ha habido dos escenas fundamentales, y cada una nos ha demostrado en qué punto se encuentra Elena con los hermanos.

Antes de comentar las dos escenas esenciales, vayamos al sneak peek que protagonizaron para ponernos en antecedentes:

En primer lugar, Damon y Elena comparten un secreto. Ambos disfrutaron demasiado en la fiesta del capítulo anterior, y la joven no ha sido capaz de contarle a Stefan la verdad sobre lo sucedido. Si hubiera sido algo inofensivo está claro que no le hubiese importado ser sincera con su novio, pero cuando hay sentimientos hacia Damon por el medio, mejor ser discreta. No estaría mal que, para rematarle, le pusiera al día sobre el asunto del 3×19 “Heart Of Darkness“ en el que hubieran hasta tenido sexo si no llegan a ser interrumpidos por Jeremy.

En segundo lugar, no existen secretos entre Elena y Damon. Ambos son capaces de decirse lo que piensan, sin miramientos ni compasión. Son sinceros el uno con el otro aunque la verdad les pese. Incluso en el momento en el que Elena niega que esté en una espiral de vergüenza por lo sucedido, Damon es directo y le habla sin rodeos. ¿Acaso una relación no se debe basar principalmente en la confianza? Si Elena ya ponía la mano en el fuego por Damon cuando era humana, ahora que es vampira la conexión y entendimiento van a ir en aumento.



Vayamos ahora a las dos escenas esenciales:

Elena se ha ganado el respeto de Damon como vampira. Le ha bastado una simple demostración para hacerle ver que ya no es la chica indefensa a la que debe proteger. La escena en la que se pelean (Damon acaba estirado en la cama con ella encima y apuntándole con una pistola) es tremendamente sexy. “Para alguien que no quiere ser como yo, lo haces muy bien” le susurra haciendo mención a la disputa que tuvieron en el capítulo anterior. Y Elena, una vez más, decide confiarle la vida de su hermano. Lo más curioso es que en este mismo episodio pierde la confianza en Stefan al haberle demostrado que era más importante mantener la vida de Connor que la de Jeremy.

Por otro lado Damon da un paso más con Elena al dejarla marchar en busca de su hermano cuando él no puede hacerlo debido a que Stefan le ha quitado el anillo solar. Es un gran avance dado que hasta ahora nunca le había permitido tomar sus propias decisiones cuando ponían en peligro su vida. Pero esta vez le ha sorprendido, sabe que ya no es una criatura indefensa y que puede valerse por sí misma si es inteligente. Y Elena lo es. Se lo ha demostrado infinidad de veces, así que decide confiar en ella y dejarla que se enfrente a Connor con un único consejo: “Acércate tanto como puedas y mátalo”. Elena y Damon forman un gran equipo debido a la confianza y conexión que tienen.



El punto clave del capítulo ha sido la charla que han tenido los hermanos Salvatore sobre la cura para Elena. Gracias a esto hemos sabido que la verdadera intención de Stefan no es curar a la joven porque no pueda soportar ser un vampiro. La necesita curar porque no es capaz de amarla siendo vampiro. Stefan siempre ha renegado de sí mismo y se ha avergonzado muchas veces de su condición. Nunca ha aceptado el vampirismo y parte de su rechazo a Elena es precisamente que se ha convertido en lo que más detesta. “Siempre la querré. Pero ella no debe ser esta persona. No quiero que lo sea” responde Stefan sin negar la afirmación de su hermano. Es entonces cuando Damon se pone por delante en cuanto a sus sentimientos por Elena cuando le responde: “Si voy a llevar este cuento de hadas hasta el final déjame ser claro sobre una cosa. Para mí ella está bien de cualquier forma, hermano. Así que si estoy haciendo esto, lo hago por ti”. Damon ha demostrado que su amor es más incondicional que el de su hermano. No importa si es humana o vampira. Sus sentimientos por ella siguen intactos. ¿Acaso no es eso amar por encima de todo? Es la primera vez en lo que llevamos de serie que la idílica historia de Stefan y Elena se resquebraja al no haber negado éste la afirmación de su hermano. Han pasado por infinidad de cosas, y cuando Stefan huyó con Klaus a principios de la tercera temporada, sus sentimientos por ella seguían firmes incluso habiendo perdido su humanidad. En todas las historias de amor épicas, no importan las barreras ni los obstáculos por los que deben pasar los protagonistas. El vampirismo de Elena es un obstáculo, y solo uno de los hermanos ha sido capaz de superarlo. Damon, en una sola frase, ha manifestado lo mucho que quiere a Stefan al intentar buscar la cura por él, y por otro lado ha demostrado que no importan las adversidades ni en el monstruo en el que se haya convertido Elena. Para él seguirá siendo ella y la amará por encima de todo hasta el fin de los tiempos.



4×06 (We All Go A Little Mad Sometimes). Antes de leer mi comentario sobre el capítulo, os invito a que echéis un repaso a la evolución desde el principio de la cuarta temporada. Veréis que todos los acontecimientos estaban enfocados a que en algún momento Elena no podría resistirse a lo que siente por Damon. El episodio de esta semana ha dado un giro argumental que ha finalizado con la ruptura de Stefan y Elena. Las escenas, los guiños musicales y los indicios apuntaban a eso, pero no nos lo hemos creído hasta haberlo visto con nuestros propios ojos. Ahora, lo más importante va a ser cómo digerirá Damon la noticia cuando ella se lo confiese. No olvidemos que Stefan es su hermano y Elena lo eligió a él al final de la tercera temporada. Damon puede pensar que lo que siente es debido a su conversión en vampiro, pues siendo humana ya tomó su decisión. Por lo tanto, ¿qué ocurriría si Elena tomase la cura? ¿Volvería con Stefan? Todo esto son preguntas que están encima de la mesa, lo que podría llegar a provocar un eventual rechazo de Damon hacia Elena, por muy enamorado que esté de ella. Seamos cautos, pues la relación de Damon y Elena va a seguir siendo complicada a pesar de los sentimientos crecientes de ella. Y eso es lo bonito de esta pareja: la gran cantidad de momentos inolvidables que nos brindan, preciosos pero amargos al mismo tiempo.

Elena sigue enfadada con Stefan por haber estado trabajando en secreto con Klaus. Stefan no puede contarle que su alianza temporal con Klaus es por encontrar una cura para el vampirismo a pesar de sacrificar su confianza. Cuando se escapa de la casa de Klaus debido a las alucinaciones, Stefan llama a Damon para que acuda en su búsqueda. Lo hace porque sabe que la encontrará y le escuchará. Porque la conoce mejor que nadie y ella confía en él más que en nadie. Y es en el puente de Wickery donde se encuentran, sin anillo solar, esperando a que amanezca para acabar con su sufrimiento. La escena me recuerda mucho a cuando Elena y Damon se conocieron por primera vez (3×22 “The Departed”). Damon vestía de negro y se acercaba a ella lentamente, intentando ganar su confianza. Elena viste de forma muy parecida a la fatídica noche, y una vez más se demuestra que al final del día, es él quien la acaba manteniendo a salvo. Así pues, cuando las pesadillas desaparecen y se quedan solos, amanece y Elena empieza a quemarse. Recordemos que fue Stefan el primero en salvarla sacándola del agua cuando ocurrió el accidente de sus padres. Ahora es Damon quien la rescata lanzándola a esa misma agua que le estuvo a punto de quitar la vida en la primera temporada y que la convirtió en lo que actualmente es. Algo que odia con todas sus fuerzas pero que le da la fuerza necesaria para entender lo que está sintiendo por Damon.



Elena se despierta sintiéndose profundamente agradecida a su salvador. Ambos se cogen de la mano y se miran con ternura. A la joven se le acelera el corazón cuando se cruzan las miradas con timidez, expresando a través de ello lo que realmente sienten. Elena se está enamorando de Damon a pasos agigantados, y es algo en lo que ya no existe marcha atrás. De todas formas, mi teoría es que ya estaba enamorada de él anteriormente. Solo es que logró enterrarlo porque también quería a Stefan, pero de otra forma más fraternal (recordad la conversación del 4×01 “Growing Pains” en la que Stefan le regalaba el anillo. Parecían más amigos que novios). Elena, al caracterizarse de siempre intentar hacer lo correcto, elegir a Stefan fue la elección más lógica y segura, pero no la mejor. Y debido a esto, sus sentimientos por Damon se han magnificado, mientras que los que tiene por Stefan se mantienen en su lugar.

Damon interrumpe la tensión del momento contándole la verdad sobre la cura para hacerle ver que la alianza de Stefan con Klaus había sido por ella, para salvarla del vampirismo. Porque no puede soportar engañarla ni verla triste por haberse peleado con Stefan. Damon demuestra una vez más su altruismo con las dos personas que más quiere en este mundo. Porque la felicidad de Elena es la suya, y si es feliz con Stefan, él va a hacer lo posible para que no se enfaden entre ellos.



Lo que Damon no se hubiera imaginado nunca es la escena en la que Stefan y Elena mantienen la conversación más sincera de la temporada. El menor de los Salvatore se ha dado cuenta, por fin, de que entre su novia y su hermano existe algo más allá de su propio entendimiento, algo que no va a ser capaz de igualar por mucho que lo desée. Damon es capaz de llegar a Elena de una forma que Stefan nunca podrá entender. Lo escucha, confía en él por encima de todo y lo más importante: está en igualdad de condiciones con su hermano. Elena se ha enamorado de Damon habiendo recuperado al Stefan de antaño que se había perdido en la tercera temporada. Ese Stefan que había llegado a entender el acercamiento de Elena y Damon, ya que él mismo la echó de su vida. Pero ahora es diferente. Después de todo lo que ha ocurrido, Stefan ha vuelto a ser el de antes. El mismo del que Elena se enamoró. Y el Stefan de siempre solo le pide una cosa: que lo admita. Que admita de una vez por todas lo que siente por Damon. Elena quiere a Stefan, desde luego, y se lo confiesa en estos momentos tan amargos para ambos. Lo que más ansía es volver a recuperar a la antigua Elena que lo escogió a pesar de todo, porque la Elena de ahora es diferente. Se siente completamente perdida con lo que quiere, pero Stefan la interrumpe y le hace cuestionar si se trata de lo que quiere, o a quién quiere. Elena reconoce que algo ha cambiado entre Damon y ella. Los sentimientos que tenía hacia él como humana se han magnificado al haberse convertido. Y Stefan fue paciente al entender que había existido un acercamiento debido a su ausencia en la tercera temporada. Pero ya no puede más. Ahora ambos están equiparados y a pesar de todo, los sentimientos de Elena por Damon son cada vez más fuertes. “No puedo hacer esto, Elena. Ya no más” le confiesa Stefan con tristeza. “Lo sé” responde ella con los ojos empañados en lágrimas. La escena es perfecta. Es la primera vez en esta temporada que Elena y Stefan hablan con franqueza, sin secretos. El vampirismo ha provocado su ruptura porque por un lado, no sabemos si Stefan sería capaz de quererla tal y como es ahora, ya que una de las cosas que más amaba de ella era su humanidad. Y por otro lado Elena, que se ha pasado toda la tercera temporada batallando contra su amor por Damon, ha admitido ante él que ya no es capaz de luchar contra lo que siente. Porque el “No importa lo que sienta por ti” de la pasada finale en realidad, importaba demasiado. Los sentimientos de Elena se han magnificado, pero resulta curioso que esto mismo no haya sucedido con lo que sentía por Stefan. ¿A qué puede ser debido? ¿A que en realidad, lo que sentía por Damon era más intenso pero logró enterrarlo como humana y ahora se le vuelve en su contra? Lo veremos más adelante. Espero con ansias la reacción de Damon cuando se entere, pero todavía quedan dos semanas para descubrirlo. Mientras tanto, os invito a que releáis la evolución entera para que la espera se haga menos larga.



4×07 (My Brother’s Keeper). ¿Por dónde empezar en este capítulo donde ha habido tantos momentos intensos entre Damon y Elena? Quizás por el principio, no del episodio sino de la cuarta temporada para intentar averiguar si las teorías de Caroline sobre el engendramiento son ciertas. Posiblemente Elena se sienta muy unida a Damon debido a la sangre que corre por sus venas y últimamente le haga más caso de lo habitual porque ahora son más parecidos que nunca. ¿Pero qué ocurre con sus sentimientos? ¿De verdad creéis que son fruto de haber sido convertida por Damon? Si intentamos rememorar el recorrido de Elena como vampira veremos que ha sucedido de todo con su nueva condición. Y no nos podemos olvidar de las constantes riñas que han tenido ambos antes de la teoría de la sangre. Hemos visto cómo Elena se ha enfrentado a Damon en varias ocasiones. Desde impedir que matase a Matt en el 4×01 (Growing Pains), pasando por la negativa de Elena a alimentarse de gente cuando Damon intentaba animarla a ello en el 4×04 (The Five) y pasando por la desobediencia de Elena en el 4×05 (The Killer) cuando hizo caso omiso de Damon y acudió al grill a rescatar a su hermano. En ningún momento he visto que Elena se comportara especialmente a favor de Damon y lo más importante, éste nunca le ha ordenado que le quisiera. Si Caroline insiste en que el comportamiento de Elena se limita en seguir las órdenes de su creador, ¿por qué los sentimientos de Elena por Damon han aumentado si no se lo ha ordenado? Elena se ha desatado como vampira y es muy posible que ahora exista un vínculo aún más fuerte con él, pero de aquí a que todo lo que sentía sea debido a haber sido convertida con su sangre no tiene sentido, más que nada porque siendo humana nos dejó ver que había algo muy profundo entre ellos (e incluso tuvo serias dudas sobre a quién elegir al final de la tercera temporada). En el capítulo anterior, Stefan se dio cuenta que solo Damon podía llegar a ella de una forma que él nunca llegaría, pero lo más importante de todo es que Elena ha hecho un gran descubrimiento: Stefan no la puede querer de esta forma, no como vampira, y por eso está buscando desesperadamente una cura para ella. Damon la quiere de todas formas, con devoción y sin importarle en absoluto en lo que se ha convertido. ¿No ha sido este, acaso, un punto de inflexión que ha quitado la epicidad de la historia de amor de Stefan y Elena? Ahora ya nada puede ser lo mismo, ni tampoco lo será si encuentran la cura para volver a ser quien era. A partir de ahora, la gracia de la historia va a estar en descubrir si el amor de Elena hacia Damon es verdadero o bien, fruto de su conexión con él. Va a ser interesante averiguar, por fin, si los sentimientos que había enterrado Elena son lo suficientemente fuertes como para mantenerlos firmes en caso de que puedan desvincularla. También será esencial ver la reacción de Damon al descubrir que los sentimientos de su amada podrían ser fruto de esta especie de conexión de sangre. No obstante debemos recordar que Damon es el antihéroe de esta historia. Es el vampiro visceral que mataría sin dudarlo y moriría por amor. El sufrimiento constante va ligado a su personaje y forma parte de su encanto, por lo que hay que hacerse a la idea que todavía queda un largo camino. Vuelve a haber tiempos duros para la pareja, pero ahora, más que nunca, no debemos perder las esperanzas.

“Tú”: Solo una simple palabra ha hecho falta para que el agrietado mundo de Damon vuelva a su cauce. Después de tantas temporadas de sufrimiento y desamor, finalmente la mujer a la que ama, la joven a la que empezó utilizando para fastidiar a su hermano y de la que poco a poco se fue enamorando se ha decidido por él. Ambos se pierden en sus miradas, que expresan a la perfección la sorpresa y miedo por lo que está sucediendo. Todo un cúmulo de emoción contenida que finaliza al ser interrumpidos por el profesor Shane.



Damon ya sabe lo que piensa Elena y no deja de observarla mientras dura el baile de Miss Mystic Falls, un momento muy especial que les recuerda el día en que bailaron por primera vez (1×19 “Miss Mystic Falls”). Elena nunca hubiera imaginado lo que acabaría sintiendo por el hermano de su novio, y a pesar de no haber compartido un baile, intensifican la escena con sus miradas a través de la genial “Little Deschutes” de Laura Veirs. “No quiero nada más que bailar contigo, no quiero nada más que flotar contigo” dice el estribillo, que nos anticipa los deseos de Elena de bailar con Damon, tal y como veremos más adelante.



Elena y Stefan vuelven a encontrarse después de su ruptura, y su diálogo es bastante revelador. Después de descubrir que Jeremy se está volviendo un asesino de vampiros por culpa de haberlo forzado a matar a uno, le suelta una frase que resume a la perfección los verdaderos motivos de la búsqueda de la cura: “Es la única forma de arreglar todo esto” exclama Stefan al sentirse acorralado por Elena, perfectamente consciente de que se refiere a ella. Stefan le ha admitido que no la podrá amar nunca si sigue siendo vampira. “No me quieres amar siendo esto” responde, y éste no se lo niega. Se ha dado cuenta, por fin, que la cura es para mantenerla humana ya que sus sentimientos no volverán a ser los mismos mientras siga siendo de esta forma. Pero Elena, consciente de lo que le ha transmitido, manifiesta que la antigua Elena está muerta, así que ya es hora de que renuncie a ella. Este descubrimiento va a acabar pesando en su relación de algún modo, e incluso si algún día vuelve a ser la Elena de antes, pues Stefan le acaba de demostrar que no la querría de todas las maneras.


Y después de cuatro largas temporadas, por fin llegamos al momento que tanto estábamos esperando. Julie Plec ya nos anticipó que Elena tendría su primer encuentro sexual como vampira en episodios tempranos, y todo apuntaba a que fuese con Stefan. Por suerte, las tornas se han cambiado y ha sido Damon el afortunado. Todo ha empezado de forma muy natural: Elena huyendo de casa por su hermano y Stefan abandonando el hogar de los Salvatore para recurrir a Caroline. Damon y Elena se quedan solos en el salón, junto al fuego. Después de la conversación mantenida con Stefan, a Elena le ha quedado claro que no sirve mucho como vampira ya que todos la repudian, incluido su exnovio. Damon la consuela con un vaso de bourbon mientras le expresa su más sincera opinión: “No creo que alguna vez te haya visto más viva”. En estos duros momentos, Damon es el único que la ha apoyado, el que ha estado junto a ella y el que ha procurado siempre hacerla sonreír a pesar de su desgracia. Para lo bueno y para lo malo ha estado por ella sabiendo que había escogido a su hermano al final de la tercera temporada. El amor de Damon por Elena es incondicional, sincero, y la quiere tanto humana como vampira. Y Aun con todo, a pesar de que sus sentimientos podrían peligrar si tomara la cura, está dispuesto a asumir este riesgo por Stefan.

La conversación que mantienen junto al fuego es tierna y sincera, pues resume todas las emociones enterradas que han luchado por salir. Y ahora, debido al vampirismo y al engendramiento, han brotado más fuertes que nunca. La joven le confiesa tímidamente las ganas que tenía de bailar con él, rememorando la maravillosa escena del 1×19 (Miss Mystic Falls) donde ambos compartieron un baile que provocó una conexión muy profunda y aún no explorada entre ellos. Damon se levanta dispuesto a deleitarla con un último baile donde ambos se cogen y empiezan a fundirse con la mirada. El baile es lento, lleno de sentimiento y ternura, una combinación perfecta con lo que va a venir después. Elena cierra los ojos, completamente extasiada al sentir a Damon entre sus brazos. Por unos instantes se encuentra rodeada por un amor que se había negado a admitir pero que lleva cociéndose desde hace mucho, mucho tiempo. Y a medida que transcurre el baile, la pasión brota de forma asombrosa.


Damon le da una vuelta mientras la acerca contra su pecho y se acaban fundiendo en un beso tierno y apasionado al mismo tiempo. Otra vez los guionistas nos hacen un guiño con la preciosa “Kiss Me” de Ed Sheeran que suena de fondo, resumiendo a la perfección el intenso momento que ambos están compartiendo:

Quédate conmigo

Cúbreme

Acaríciame

Acuéstate conmigo

Y sostenme en tus brazos

Y de tu corazón contra mi pecho, tus labios apretados en mi cuello

Me estoy enamorando de tus ojos, pero ellos no me conocen todavía

Y con el sentimiento de que voy a olvidar, ahora estoy enamorado.

Bésame como si quisieras ser amada

Quisieras ser amada

Quisieras ser amada

Esto se siente como enamorarse

Enamorarse

Nos estamos enamorando

Quédate conmigo

Y yo seré tu seguridad

Tú serás mi dama

Fui hecho para mantener tu cuerpo caliente

Pero soy frío como el soplar del viento por eso sostenme en tus brazos

¡Oh, no

Mi corazón contra tu pecho, tus labios apretados en mi cuello

Me estoy enamorando de tus ojos, pero ellos no me conocen todavía

Y con el sentimiento de que voy a olvidar, ahora estoy enamorado.

Sí, he estado sintiendo todo, del odio al amor, del amor a la lujuria

De la lujuria a la verdad, supongo que es como yo te conozco

Así que te mantengo cerca para ayudarte a renunciar

Damon y Elena se besan apasionadamente, dando rienda suelta a los sentimientos que tanto habían anhelado por surgir. Ambos hacen el amor con ternura, dejándose llevar por lo la intensidad del momento, tan esperado para ellos como para los fans de la pareja. Ya no existen barreras. Solo dos seres que se encontraron, conectaron como nadie y se enamoraron contra todo pronóstico. ¿Acaso no es eso lo que necesita Elena? Un amor que la consuma, que la desafíe, que la sorprenda y le haga cuestionarse la vida. Un amor con pasión, aventura y un poco de peligro, ¿recordáis? Todas las escenas anteriores cobran sentido tras este pasional encuentro en el que Elena acaba arrancándole la camisa con anhelo, rodeándolo con sus piernas mientras la empotra contra la pared . Un amor consentido que Damon no ha forzado en ningún momento. Un amor que aunque ahora parezca fruto del engendramiento, ya venía cociéndose desde hace tiempo, y la sangre no ha hecho más que intensificarlo.





No comento nada acerca de las escenas intercaladas de Stefan con Caroline, pues para mí, carecen de importancia aunque sea cierto que parte de su acercamiento se deba a la sangre. No niego en absoluto que la conexión haya aumentado, pero de aquí a que se enamore por esta causa no tiene sentido. Y mucho más cuando hacen referencia a que Damon podría haberle dado órdenes directas. Que yo recuerde Damon no le ha ordenado tener sexo con él. Aun con todo, va a ser interesante ver cómo se toman ambos la noticia, y qué medidas va a adoptar Damon cuando descubra que cabe esta posibilidad, pues ya sabemos todos que sería capaz de renunciar a ella si las sospechas se confirmasen. La relación nunca había estado tan viva y tan pendiente de un hilo al mismo tiempo.

4×08 (We’ll Always Have Bourbon Street). ¡Qué rápido nos acostumbramos a lo bueno! Por fin Damon y Elena están juntos a pesar de que el vínculo puede poner en entredicho lo que ella siente. Todo ha sido perfecto. Desde que se dejaron llevar por la pasión la noche anterior hasta la sonrisa de Damon por la mañana, una sonrisa sincera que no se asomaba desde hacía mucho tiempo. El mayor de los Salvatore ha sufrido demasiado por amor, todo ello debido a las frustraciones padecidas desde que se transformó en vampiro. Por aquel entonces, todos los actos que cometía en su vida habían sido para estar junto a su amada, y es tremendamente romántico llevar más de 140 años loco por una mujer y obsesionado con encontrarla con el fin de estar juntos para siempre. Primero fue Katherine, y ahora es Elena la razón de su locura, el motivo de sus penas y en estos momentos, la mayor de sus alegrías. Damon ha sufrido un duro camino que ha pasado por todas las fases: desde el intento de conseguir a Elena para fastidiar a su hermano hasta darse cuenta que se ha enamorado sin remedio y ya no hay vuelta atrás. Damon ha intentado alejarse de Elena en muchas ocasiones para no interponerse entre ella y su hermano. Pero cuando el sentimiento es tan fuerte entre ambos, es imposible evitarlo. Por todo ello la sonrisa que se refleja en su rostro es muy significativa. Al fin, después de tanto tiempo, ha dormido con la mujer de sus sueños, ha compartido su amor con ella y se siente correspondido.

Pero todos sabemos que la felicidad no será eterna, y más para un personaje como Damon el cual uno de sus encantos es, precisamente, su fachada de chico malo y duro ante la vida debido al sufrimiento que le acompaña. Cierto es que nos encanta verlo junto a su amada, completamente feliz después de tanto tiempo, pero también sabemos que es una victoria amarga, puesto que siendo humana eligió a Stefan, y parte de sus sentimientos por él han aumentado debido a su conversión. Pero no nos preocupemos todavía por este hecho. Damon y Elena se comportan como dos enamorados recién levantados, ella con su camisa negra puesta y él acariciándola dulcemente. Elena le besa el pecho con delicadeza mientras Damon cierra los ojos y disfruta de su sueño convertido en realidad. Si comparamos esta escena con la primera vez de Stefan y Elena (¿cuántas veces nos han mostrado haciendo el amor? ¿tres o cuatro? La verdad es que no lo recuerdo. Pero a este paso Damon va a ganar por goleada) podremos comprobar que nuestra pareja irradia pasión por todos los lados. Si bien la escena “Stelena” fue dulce y tierna, la “Delena” es dulce, tierna, salvaje y pasional al mismo tiempo. ¿Alguna vez nos han mostrado a Stefan y a Elena teniendo un orgasmo? Mirad al final del video… una imagen vale más que mil palabras.



Elena llega tarde al instituto, por lo que no tiene más remedio que marcharse. Damon la agarra por la bufanda y la besa con dulzura. Antes de que ella empiece a hablar, la interrumpe ya que sabe perfectamente lo que va a decir. Porque la conoce tanto que no necesitan ni siquiera palabras. Elena se siente culpable por ocultárselo a Stefan pero Damon le pide un día. La noticia será dura, así que ya encontrarán el mejor momento.



Después de una dura conversación con Stefan, Damon ha comprobado que Elena y él están vinculados por haberse transformado por su sangre. Le ha ordenado que se alimentara de una bolsa de hospital y así lo ha hecho, sin devolver como en otras ocasiones. Por suerte, Tyler da una explicación más o menos razonable a este extraño vínculo que se da una vez cada mucho tiempo entre vampiros: estar vinculado no quiere decir necesariamente que existan sentimientos hacia esa persona. Él odiaba a Klaus y estaba vinculado a él, pero aún así hacía todo lo que le ordenaba. El vínculo afecta la forma de actuar, pero no a lo que uno siente. Otra pista sobre esta extraña unión nos la da la bruja a la que piden ayuda en Nueva Orleans: el vínculo no se puede romper con magia. Un vampiro solo está unido a su creador si tenía sentimientos hacia él siendo humano, y las emociones se intensifican debido a la conversión. La cara de Stefan es un poema al escuchar las palabras de la bruja, pero se aferra a la salida que le propone para liberarla. Damon debe obligar a Elena a vivir una vida sin él, que nunca piense en él y finalmente, la debe dejar marchar. Es la única forma de que Elena vuelva a ser responsable de sus actos y regrese la joven que pensaba por sí misma, la que cuestionaba a Damon si no estaba de acuerdo con algo y la que lo desafiaba. Por otro lado la conexión seguía siendo muy fuerte entre ambos a pesar de sus discrepancias, y esa Elena es la que debe regresar al escenario para poder tomar sus propias decisiones sin dejarse influenciar por él. Porque si está de acuerdo en algo, debe estarlo porque lo sienta de verdad, no debido a un vínculo. Damon debe sacrificar el amor de Elena para que vuelva a ser responsable de sus actos. Y hay una verdad como un templo en las palabras de Stefan respecto a la situación: Damon la ama tanto como él, y no puede ser egoísta con ella.



 Damon regresa a casa y Elena le confiesa estar al corriente de todo. La joven siente que todo es real, y se niega rotundamente a que Damon tome una decisión al respecto. Está realmente enamorada de él porque se ha demostrado que el vínculo no provoca estos sentimientos, pero Damon no puede dejar que Elena sea su perro faldero para toda la eternidad ni parará de preguntarse si lo que ella siente es real o fruto de lo sobrenatural. “Me haría feliz saber que todo este tiempo en el que he estado completamente enamorado de ti y que lo que realmente sentías por mí era real”. No estamos hablando del chico bueno: “Soy egoísta, tomo lo que quiero, hago lo que quiero, engaño a mi hermano, me enamoro de su chica…”. Damon no suele hacer lo correcto, pero en cuanto a lo que Elena se refiere, sabe que debe dejarla ir. Porque la ama por encima de él y no debe permitirse que se convierta en su eterna esclava, porque debe dejar que decida por sí misma y si alguna vez vuelve a tener sentimientos hacia él, esta vez serán reales. Porque la relación de ambos requiere un duro sacrificio que los va a destrozar por completo. Pero es lo correcto. Elena coge su mano y se la pone en el corazón mientras le acaricia la mejilla. Damon debe hacer lo que es justo pero ella no se lo piensa poner fácil. Así pues, su relación terminará trágicamente si Damon es capaz de dejarla ir. Pero no nos preocupemos en exceso. Al anti-héroe de esta historia le queda todavía un duro recorrido para obtener su recompensa, pero va a acabar con la chica una vez finalice la serie (endgame). Porque la gran muestra de su amor será liberarlo para que en un futuro sea más fuerte. Y si Elena ya había tenido un poderoso entendimiento con Damon siendo humana, volverá a unirse a él aunque empiece desde cero. Porque si viviesen cien vidas paralelas, cien veces se volverían a enamorar. Damon y Elena están destinados a encontrarse, pues el vínculo que existe entre ellos no requiere magia ni es fruto de algo sobrenatural. Es, simplemente, LA REALIDAD.

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4×09 (O Come, All Ye Faithful). Damon sabe que no está actuando correctamente al no liberar a Elena del vínculo. Se lo prometió a su hermano y además le ha ocultado que están juntos. Los remordimientos le corroen, pero aun así todavía no está preparado para liberarla. Elena es su sueño hecho realidad, y ahora mismo, tal y como le dice, lo único que desearía es tenerla en su cama y nunca dejarla ir. ¿Cómo reunir entonces la voluntad suficiente para romper el vínculo? La única forma es precisamente usar aquello por lo que le está resultando tan complicado dejarla ir: su amor incondicional por ella.

Elena cree firmemente en lo que siente por Damon. Es completamente lógico dado que para ella sus sentimientos son reales. En cambio Damon, por mucho que sepa que el vínculo afecta a los actos y no a los sentimientos, no puede evitar dudar qué hubiera sucedido si Elena continuase siendo humana. ¿Seguiría enamorada de Stefan? ¿Es su nuevo lado oscuro el responsable de lo que siente por el mayor de los Salvatore? Estas respuestas serán dadas si algún día Elena toma la cura. Además de todo, Damon se siente culpable al haberle prometido a su hermano que la liberaría… justo después de ocultarle que se han acostado juntos. Haya vínculo o no, la química se nota en el ambiente. Ambos se funden con la mirada… y se hubiesen besado de no ser por la interrupción de la llamada de Bonnie.

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En la casa del lago vuelven a tener una conversación en la que Elena reconoce lo enamorada que estaba de Stefan en la última visita que hicieron. Pero ahora, para ella, se ha convertido en apenas un recuerdo. Elena se cuestiona si esto es debido al vínculo o simplemente significa que se encuentra muy feliz de estar junto a Damon. El vampiro se siente incómodo cuando le toca la mejilla con la mano. La culpabilidad le corroe por dentro y las dudas también. Él se está preguntando exactamente lo mismo, y nosotros, la audiencia, nos hacemos un lío al no saber muy bien cómo funciona esto del vínculo. Los seguidores de la pareja, a igual que Damon, no estamos muy felices con la forma que han tenido los guionistas de juntarlos. Queremos que lo que sienta Elena sea puro y real, no un parche para darnos lo que queremos y luego vuelva arrepentida a los brazos de Stefan una vez se rompa el vínculo o vuelva a ser humana.

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Ya en la cabaña, Damon disfruta viendo cómo Elena está teniendo un momento divertido con Jeremy y Bonnie. Elena le hace un gesto para que se una a ellos, pero éste prefiere dejar que disfrute ella sola en compañía de los suyos. Así que es ella quien se acerca y Damon le dice que no pueden seguir con esto. Elena se niega, pues si ambos tienen los mismos sentimientos el uno por el otro, ¿para qué luchar contra ello? Pero Damon sabe que no es lo correcto ni para ella ni para su hermano. Así que, muy a su pesar, decide liberarla. “Te estoy liberando, Elena. Eso es lo que quiero. Esto es lo que me hará feliz”.

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Así pues, el vínculo está supuestamente roto y Damon ha demostrado una vez más lo que sería capaz de hacer por su amada. Elena le dice a Damon que quiere luchar contra eso, porque cree en sus sentimientos, pero cada parte de su cuerpo la está obligando a subirse al coche y abandonarle. Ambos se despiden con un tierno beso, y nosotros nos despedimos de la serie hasta el próximo 17 de enero con un mar de dudas en cuanto a lo que es real y lo que no. Lo que sí que es cierto es que Elena, siendo humana, sentía cosas bastante fuertes por Damon y debido a esto ha aparecido el vínculo. Lo que ocurre es que nunca vamos a estar seguros de lo que es real y lo que no hasta que Elena no tome la cura. Es una lástima porque me gustaba esta nueva Elena, pero es la única forma de saber lo que realmente ocurre con ella, y si esto la vuelve a acercar a Stefan, asumiré el riesgo ya que yo, como todos los seguidores de esta pareja, queremos que el amor de Elena sea REAL. Y esto otro de los cientos de obstáculos que ya hemos superado, ¿verdad?

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4×10 (After School Special). En el último capítulo Damon dejó a Elena marchar para liberarla de sus sentimientos y así provocar que pensara por ella misma, pero todavía desconocemos si su acto ha provocado que su vínculo desaparezca del todo. Lo que sí que es cierto es que Elena le ha hecho caso y ha regresado al pueblo, lejos de él, con el corazón destrozado y un futuro incierto para ellos. Pero Rebekah, dolida con Stefan por haberla engañado y jugar con sus sentimientos, decide devolverle con la misma moneda, y planea la venganza más grande que podría esperarse para el menor de los Salvatore: obligar a Elena a reconocer delante suyo los intensos sentimientos que tiene hacia su hermano.

Stefan insiste en que todo es fruto del engendramiento, pero no puede evitar morirse por dentro cuando Elena, fruto de la compulsión de Rebekah, le suelta una frase lapidaria: “La verdad es que no me acosté con Damon por el vínculo. Me acosté con él porque estoy enamorada de él”. Los rostros de Stefan y Caroline se transforman y Rebekah disfruta de la situación.

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Y por si Stefan no hubiese tenido suficiente, Rebekah vuelve a insistir en el tema, y obliga a Elena a confesarle a Stefan la verdad sobre Damon. Si recordáis, Elena ya había hablado en otras ocasiones sobre sus sentimientos sobre los hermanos. Hagamos un paralelismo para que os deis cuenta de que a pesar del vínculo, la joven no iba tan mal encaminada.

 Capítulo 3×16 (Elena habla sobre Damon):

 ”“Damon vino de repente a mí. Se ha metido bajo mi piel y no importa lo que haga. No puedo quitármelo de la cabeza”.

 Capítulo 4×10 (Elena habla sobre Damon):

 ”Estar con Damon me hace feliz. Cuando estoy con él me hace sentir impredecible, como si fuera libre”.

 Esta frase también está muy relacionada con la descripción de Rose en el 3×19: “Damon la desafía, la sorprende, le hace cuestionarse su vida, en lo que cree”.

La relación de Elena y Damon es impredecible, llena de desafíos y sorpresas.

Capítulo 3×16 (Elena habla de Stefan):

“Al principio, después de que mis padres murieran, había algo sobre estar con Stefan que hacía que me sintiera segura. Es como si supiera que nunca dejaría de quererme. Que nunca moriría”.

Capítulo 4×10 (Elena habla de Stefan):

“Últimamente siento como si fuera un proyecto, como un problema que necesita ser arreglado. Pienso que lo puse triste, y no puedo estar con alguien así porque cuando me mira, todo lo que ve es un juguete roto”

Todo lo que le daba Stefan era seguridad, y ahora que se ha convertido en vampiro, siente como si ese “nunca dejaría de quererme” se hubiese desvanecido, y según ella, era lo que la aferraba a él. Lo más interesante de todo es que si ese vínculo no hubiese existido, Elena seguiría pensando lo mismo, pues ha tenido que transformarse en vampira para darse cuenta de que el amor que siente hacia ella no es tan incondicional como parecía en un principio. Stefan no hubiese conseguido amar a una Elena vampira, y con el tiempo se ha dado cuenta de que Damon la querría de todas las formas posibles.

Así pues, con o sin vínculo, Elena seguiría pensando lo mismo de Stefan y aunque no hubiese estado Damon en medio, posiblemente se hubiese desenamorado de él, tal y como le acaba confesando a Rebekah.

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Finalmente, cuando llega la calma, Elena decide llamar a Damon para contarle que Stefan sabe la verdad sobre ellos. Pero lo más importante es que, debido a la compulsión de Rebekah, Elena se ha dado cuenta de lo que está ocurriendo con sus sentimientos:

“Me he dado cuenta de algo sobre ti… sobre nosotros. Y puedes decir que es el vínculo, ¿y sabes qué? Tal vez lo es, pero te digo que esto es la cosa más real que he sentido en mi vida entera. Te amo Damon. Te amo… “

Damon no puede creerse lo que está escuchando. En estos momentos no le importa el vínculo, ya no le importa nada al haber sentido esas palabras de la boca de su amada. Lo único que quiere es conseguirle la cura por todos los medios y comprobar por sí mismo que su amor es real, que la Elena humana hubiese llegado a la misma conclusión al cabo del tiempo. Quizás no antes de la transformación por no haberse imaginado nunca hasta qué punto llegaría la devoción de los hermanos, pero ahora sí al saber que Damon la amaría de todas las formas posibles y no la trataría como un juguete roto que se tiene que arreglar. Y digo yo… ¿Dónde está el vínculo en la conclusión de Elena sobre Stefan? ¿Acaso no hubiese opinado lo mismo si no hubiese sido engendrada por Damon? “Entra en tu coche ahora mismo y ven a mí” le contesta él, eufórico, pensando que por un instante, los sentimientos de Elena podrían llegar a ser ciertos. Y como esa verdad es lo que más anhela, no le importa encontrar la cura aunque le vaya a perjudicar. Porque ante todo necesita que ella le quiera por ser quien es, no porque esté vinculada a él.

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4×11 (Catch Me If You Can). En este capítulo podemos ver cómo Damon, a pesar de haber sido manipulado por Kol para matar a Jeremy, hace todo lo posible (incluso animando al pequeño Gilbert a atacarle) para no cumplir sus órdenes. El problema de Damon es que no se quiere a sí mismo lo suficiente, por lo que duda que Elena lo ame o que pueda resistirse a las órdenes de Kol. Elena en cambio, cree en él con todas sus fuerzas. Y aunque parte de su creencia pueda acarrearse al vínculo que les une, en la tercera temporada confiaba ciegamente en él, y esta vez no iba a ser menos. Damon no tiene fe en sí mismo. Sabe que es el antihéroe de la serie y debido a esto, piensa que su hermano Stefan sí que hubiese sido capaz de contenerse. Y él, con tal de no hacer daño a Elena, intenta recurrir a otros métodos (como el suicidio) con tal de no herirla. Quizás no pueda tener la suficiente fuerza de voluntad, pero está claro que daría su vida para que Elena sea feliz. Y esto es una muestra clara de ello.

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4×12 (A View To Kill): En este capítulo no hemos podido ver mucha interacción entre nuestra pareja favorita. Lo único destacable es el tierno abrazo que le da Elena a Damon en casa de los Salvatore. La situación de los hermanos es muy tensa. Mientras que Damon deja caer que Rebekah y Stefan se acostaron juntos, Stefan vuelve a recurrir al vínculo para herirle, pues cree que los sentimientos de Elena por Damon no son reales. La tensa conversación acaba en pelea, como es de esperar.

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Otra escena destacable es la conversación que mantienen Klaus y Damon sobre los sentimientos de Elena. El híbrido sabe dar donde más duele, pero sus palabras no están vacías de contenido. Damon es consciente que si Elena obtiene la cura, sus sentimientos por él podrían cambiar, pero aún así, si es lo que la hará feliz, está dispuesto a conseguírsela por mucho que la situación juegue en su contra. Damon sabe que el amor es sacrificio. Y es capaz de sufrir hasta el infinito por su amada.

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 4×13 (Into The Wild): Damon, por mucho que intente luchar por obtener la cura para Elena, no puede evitar a veces ser autodestructivo consigo mismo y dudar de lo que siente ella. Elena, conocedora de todo lo que pasa por la mente de su amado, intenta hacerle ver que es imposible dejar de estar enamorada de él solo por el hecho de tomar la cura. Pero Damon no se conforma con eso. No puede evitar dudar de algo que no controla, de algo que podría ser fruto de un poder sobrenatural. Si Elena hubiese continuado siendo humana, lo más probable es que enterrara lo que sentía por él para seguir su relación con Stefan. Pero ambos tienen un pasado y desconocemos si la Elena humana hubiese podido seguir mucho tiempo más con el menor de los Salvatore sabiendo el peligroso poder que ejerce Damon sobre ella y sus sentimientos. Elena le suplica que confíe en ella, que nada va a cambiar una vez se vuelva humana. Lo realmente sorprendente es la confesión que Damon le hace a Elena, todo fruto de su rabia e impotencia al no saber si la perderá para siempre: No quiere tomar la cura. Quiere ser un vampiro para siempre. ¿Acaso alguien se lo cree? Damon nunca ha querido ser vampiro y solo se convirtió por amor hacia Katherine. Ahora daría lo que fuese por ser humano junto a Elena, pero en el fondo sabe que Elena una vez humana, volverá con Stefan. Recordemos la escena del capítulo 2×12 “The Descent” en la que Damon le confesaba a una desconocida que lo que más echaba de menos en este mundo era ser humano. No os quepa duda de que Damon, por Elena, se volvería humano sin dudarlo, porque lo que más le importa en este mundo es estar junto a ella, y si ha de renunciar a su poder y a su vida eterna, lo haría sin miramientos. Pero su enojo con la cura le impide ser sincero con Elena y la rechaza cuando le pide que tomen ambos la tomen para ser humanos y envejecer juntos. Es lo que Damon más ansiaría en este mundo, pero sabe que no puede ser. Elena lo conoce muy bien y es consciente de su baja autoestima, pues piensa que no se la merece y por eso se comporta de esta forma. “No soy yo. Ese es Stefan. A veces solía añorar ser humano. Ahora no se me ocurre nada más miserable en el mundo”. Damon no puede evitar compararse con su hermano, y se llena de frases lapidarias con tal de evitar sentir lo que siente, con tal de no llenarse de dolor. Pero es imposible. Damon siente demasiado cuando se trata de Elena, y todo lo que le dice es fruto de su eterna desdicha. Porque en el fondo sabe que cuanto más se acercan a la cura, más lejos se encuentran de tener un futuro juntos.

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4×14 (Down The Rabbit Hole): La búsqueda de la cura llega a su recta final y Damon, ante tal hecho, se ha rendido con Elena. Permite que sea Stefan quien la siga en su camino y así apartarse él, pensando en que no se merece una verdadera felicidad con su amada. No es el héroe del cuento de hadas y cree que su hermano sí. Y Rebekah, que ha sido testigo de tal hecho, se ha asombrado ante un gesto tan altruista y desinteresado por su parte.

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4×15 (Stand By Me): Elena está devastada con la muerte de Jeremy. Stefan le pide ayuda a Damon porque sabe que solo Damon es capaz de ayudarla tal y como ha demostrado infinidad de veces. La joven ha pasado del shock a la tristeza más absoluta, y el mayor de los Salvatore no cree que sus consuelos le sirvan de mucho. Por ello, con tal de no ver sufrir a su amada, decide tomar una drástica decisión: utiliza su vínculo para obligarla a apagar su humanidad. De esta forma logrará superar su dolor: dejando de sentir todo tipo de emociones, lo que implica que a partir de ahora veremos a una nueva Elena más perversa y deshumanizada. Seremos testigos de cómo se desarrollará esta nueva faceta y cómo influenciará en sus sentimientos por Damon.

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