Elena y Stefan continúan su lucha contra la falsedad. En un picnic en Mystic Falls, Mason Lockwood le dice a Liz, la sheriff, que Stefan y Damon son vampiros.
Lo demuestra dándole a Damon una taza de limonada con verbena y al tomarla comienza a estrangularse después de tomar un sorbo. Después, Stefan y Damon huyen y Liz y sus compañeros policías les disparan.
Mientras tanto, Caroline y Elena, tienen un corto encuentro con Mason, en la que Caroline lo afronta.
Llegan a los hermanos, justo a tiempo antes de que Liz los mate, sin embargo, la identidad de Caroline como vampiresa queda expuesta.
Liz rechaza a Caroline aún que sea su hija y Stefan bebe la sangre de Elena para tomar fuerza. Caroline confiesa a Elena que Katherine amenazó con matar a Matt si Caroline no la espía a ella y a Stefan.
A medida que el episodio termina, se revela que Mason está trabajando para Katherine.
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