En un abrir y cerrar de ojos transformará a Caroline, sacará el peor lado de Damon provocando un enfrentamiento entre los hermanos Salvatore, sacará el gen de hombre lobo y de paso se beneficiará a su tito Mason, logrará la ruptura de Elena con Stefan y traicionará a todo el mundo para salirse con la suya. Pero a pesar de todas sus maldades nos encanta. En esta temporada conoceremos parte de su pasado, profundizaremos su relación con los Originales y empezaremos a descubrir el real motivo de su regreso al pueblo del que huyó en 1864. La malvada vampiresa está dispuesta a todo con tal de salvarse, y de paso, reconquistar a Stefan a su retorcida manera. ¿Logrará alguna vez que el menor de los Salvatore vuelva a confiar en ella? Las expectativas no son muy prometedoras, pero peores vueltas se han dado en esta serie.
Este artículo, redactado por Amparopozi (creadora de TVDForo y más series) analiza la evolución de estos dos personajes (¿o involución?) a través de la segunda temporada de la serie. ¿Os atrevéis?
Quien
primero se percata de la presencia de Katherine es Damon, que salvo
rara excepción es el que suele coscarse de todo enseguida. Y es que
en un hueco que tiene con Elena para hablar a solas de lo del porche,
ella parece no estar entendiendo a qué se está refiriendo, parecía
una conversación de besugos. Jenna llega con cara de pocos amigos
puesto que en esos momentos, Damon no era una de sus personas
favoritas con todo lo de enredar a su sobrina (como si ella solita no
lo hiciese ya). Hablan entre ellas y también es otra conversación
de besugos, porque Jenna asegura que le dijo a Elena que se iba a los
bomberos a dar parte de lo ocurrido y Elena asegura que no la dijo
nada de nada. Total, que Damon suma 2+2 y el resultado es: “Maldita
la bitch esta, que me la ha colado por toda la escuadra”.
De
nuevo en casa Gilbert, Katherine llega del hospital con cara de pasa,
y le dice a Stefan que Carol está con un pie en el más acá
(omitiendo el detallito de que ella misma cortó una de las vías a
las que la rubia estaba conectada). Stefan intenta consolarla con un
abrazo (porque no sabe hacer otra cosa), y lo más seguro es que por
la forma en que ella le agarra, él se da cuenta de que esa
no es Elena, vamos que debió de meterle mano a base de bien
y claro, Stefan pensó que esa no era su Petrova, que se la habían
cambiado. El de los cambios es más bien él, diría yo, pero venga
va. Pelea con Katherine, quien se alegra de haber engañado
al menos a unos de los dos. Un pequeño apunte: a lo largo
de la temporada, en varias ocasiones la pedorra esta se hará pasar
por Elena y se terminan girando las tornas, siendo una vez Damon el
que la pilla a la primera de cambio y Stefan quien se caga la pata
abajo pensando que ha pasado la noche con ella y a ver qué pufo se
inventaba para exculparse con su novia.
Retornamos
al salón. Katherine oye que la puerta está por abrirse y se va a la
velocidad del rayo, no sin antes hacerle una llave a Stefan para
dejarle KO. Eran Damon y Elena, que venían del hospital.
Posiblemente, él la diría que tenían que regresar porque se estaba
oliendo algo y al toparse con Stefan en el suelo, Damon sabe que la
bitch is back. Elena sube al cuarto de Jeremy mientras que
los Salvatore hablan en la cocina sobre lo sucedido y Stefan le
pregunta que si sabe algo de lo de engañar a uno de los dos.
Entonces Damon cuenta que ya se había hecho pasar por Elena cuando
estuvo antes, omitiendo el resto. Elena baja y acuerdan que deben
averiguar qué trama Katherine sin provocarla en el proceso, para lo
que Stefan mira a su hermano con la expresión “a ver qué
haces, que te veo”. Le pica la curiosidad sobre lo que pasó
cuando Katherine la suplantó (quizás por si lo vuelve a hacer y así
estar al loro), y Damon termina confesando que se besaron. La una
flipando un cacho y el otro sacando el garzón celosítico,
pero con la perra revoloteando por ahí, no es momento de ponerse en
plan machote. Finalmente, acuerdan visitar a John por si sabe algo,
pero nada, porque dice que nunca había hablado directamente con
Katherine, ya que esta no se fiaba de él.
Elena
va a buscar a su tía y Jeremy para ir a presentar los respetos a
casa del alcalde, pero se le adelantó su doble chunga, pudiendo
pasar por invitación de Tyler. Y seguimos con gañanadas. Hace creer
a Bonnie que es Elena, pero por sus poderes la bruja detecta que de
humana tiene lo que ella de simpática, así que la chuta una de las
migrañas y surte efecto, o eso cree, porque Katherine la está
tomando el pelo. Esa fue buena, tengo que reconocerlo. Intenta
atacarla pero aparece Stefan y ya se acabó la diversión. Éste le
invita a largarse puesto que en breves, su novia llegará y sería un
poco chocante que la gente pensara que ya es un éxito la clonación
humana. Sin embargo, Katherine tiene ganas de marcha y le mete la
puya de que Damon fue mucho más amable al recibirla, aunque claro,
pensó que era Elena… Curioso también que no soltara lo que
sucedió para meter cizaña, y eso que daría igual porque Stefan lo
sabía pero vamos, de estas cosas extrañas que siendo una arpía te
esperas que haga. Ella le pide dar una vuelta pero él quiere saber
qué está haciendo en el pueblo y Katherine contesta que le echaba
de menos, que si eso no es una razón aceptable. Hombre, es un poco
tarde para eso, que 1864 no está a la vuelta de la esquina en la
línea temporal. Así que sin más tonterías, Stefan le dice que a
qué está jugando, y la Petrova entra en el trapo: “¿Por que?
¿Quieres jugar conmigo?”. Él contesta que no conoce las
reglas y de nuevo su mítica expresión de “No rules”,
que a partir de esta temporada cambiará a “Con mi culo y mi
osito al fin del mundo”. Se van al jardín a darse un rulo.
Sesión
de historia, by la perra. Cuenta que los Lockwood incrementaron su
patrimonio de manera brutal tras la redada de 1864 por apropiarse de
los terrenos de los vampiros. Entonces, Stefan pregunta que porqué
quería muertos a los que quedaban ya que convirtió a la mayoría y
he aquí lo que comenté sobre la finale de que así evitaba que se
vengasen de ella. Los años pasan y sigue igual de bitch.
Aprovecha
para empezar a tirarle los tejos de nuevo: “Eres más fuerte,
más perverso, más sexy”, (desde luego que es verdad eso que
dicen de que el amor es ciego, pero los vecinos, no). Stefan la para
los pies alegando que no es como Damon porque no ha estado
145 obsesionado con ella. Espera que me descogorcie un
rato…………………………… ya está. Katherine dice que
teniendo en cuenta su gusto para elegir novia, se podría decir otra
cosa. Eso sí, le molesta que se haya enamorado de otra.
Vaya, a la señora le molesta, fíjate tú por dónde. A
continuación, uno de los discos rallados de Stefan: “Yo nunca
estuve enamorado de ti, Katherine. Me obligaste, nada de lo que
sentía era real”. Al menos es lo mismo que le dijo a Damon en
el 1×09, vamos mejorando, porque podría ser algo totalmente
diferente. No obstante, la Petrova afirma: “Piensa lo que
quieras Stefan, pero yo sé la verdad, y en el fondo, tu también”.
Me hace gracia que Katherine diga que en el fondo sabe la verdad. Se
ve que no conoce bien la relación que tiene Stefan con la verdad.
Son como esos familiares que se ven sólo en ocasiones especiales (lo
que viene siendo aquí cuando le pillan con el carrito del helado y
no tiene más leche que cantar), se saludan, intercambian unas frases
y hasta otra. Conocerse en profundidad, no se conocen.
Llegados
a este punto, tenemos dos opciones: creer que Katherine se lo saca de
la manga para hacer honor a su reputación de lianta enredadora o,
que le ha dado un vahído y, para variar está diciendo la verdad,
poniendo así otra interrogación más en el pasado de Stefan, y su
vida es más secreto de sumario que los minutos esos que se perdieron
del caso Watergate. Yo cuando vi el capítulo de nuevas, opté por la
primera, porque en los flashbacks, la perra era para echar de comer
aparte, y en principio, hasta que no se demuestre lo contrario (que a
día de hoy se ha hecho con creces), se suponía que Stefan no
improvisaba sus palabras cada 2×3. Me caía bien y todo. Bueno peor,
fui elefan. Caed de culo. En mi defensa, puedo
alegar que nunca estuve muy convencida. Además, la tía esta se
había pasado durante más de un siglo “zorreando por el mundo”
(así se llamaría su programa de televisión) mientras que Damon
creía que estaba fosilizando en la tumba y Stefan esparcida en
cenizas en el mismo sitio. ¿De qué iba a tragarme sus discursos? Y
para rematar, engañó a Damon vilmente mangándonos un señor
escenón a las delenas, porque a mí me la coló pero de qué
manera. Lo siento, Damon es sagrao, y los temas sagrados NO
SE TOCAN. Punto. Venga, volvamos con los incoherentes.
Stefan
contrataca: “¿La verdad? La verdad es, que sigues siendo la
misma mentirosa, egoísta y manipuladora zorra que siempre has sido”.
A todo esto, Katherine con el culo encogío y prieto. Esa
tensión en la cara y la cacho vena en mitad de la frente (un día de
estos tengo que preguntar a Nina cómo lo hizo o si es un truco de
producción), dan prueba de que las verdades duelen, y más aún
cuando eres una zumbada de la vida como aquí la amiga Petrova,
acostumbrada a salirse con la suya con y sin compelling. Pues esta
vez va a ser que no, y que no se ande con muchas chorradas: “Así
que sea lo que sea que te haya traído aquí, ¿por que no haces lo
que tengas que hacer y te marchas? Porque si no lo haces, te
perseguiré y te arrancaré el corazón”. Bah Stefan, ya será
para menos, hombre, que tú a lo más que llegas es a perseguir a las
ardillas que te intentan dar esquinazo en su lucha de supervivencia…
Y ella podría haberle soltado alguna fresca, sin embargo dice que ha
vuelto por él. Llegas unos cuantos años tarde para eso, maja. Debes
tener una agenda un poco apretada cuando no has podido justo hasta
este momento que date tú por donde que Stefan ha rehecho su vida.
Pero vamos, que le dice eso por estar hablando con él, que si las
cosas hubiesen sido diferentes, a Damon le estaría con otra milonga
3/4 de lo mismo. O eso pensaba yo.
A
pesar de la dureza de las palabras de Stefan, la Petrova no se da por
vencida y afirma que ha vuelto por él. “El
problema, Katherine, es que te odio”. Segundo single del cd
del Salvatore, aunque en aquellos momentos tenía bastante sentido
tras el historial del pasado y el regreso coronándose metiendo más
cizaña.
Por
la reacción de Katherine, entendemos que no encaja muy bien las
negativas. Coge una de esas varas de hierro que eran como una especie
de sujetavelas y se la clava a Stefan en el abdomen. “Me odias,
¿eh? Eso suena como el principio de una historia de amor, Stefan, no
el final de una”. Se las pira dejándole caer al suelo. Desde
luego, hay amores que matan. Bueno, esta no te mata, pero bien que te
changa. De todas formas, recordemos esta frase puesto que no
es la única ocasión en que el odio sale a relucir en el capítulo.
Efectivamente, estoy refiriéndome al momento en que Damon se llena
de gloria partiendo el cuello a Jeremy. Ya llegaremos a eso.
Más
tarde, Elena encuentra a su novio y le ayuda a curarse. Después,
aparece Damon y Stefan habla con él para que no permita que
Katherine le maneje a su antojo, por mucho que tenga ganas de
revolearle la cara por lo que había ocurrido anteriormente. Me gustó
esa actitud del pequeño Salvatore, anteponiendo que Damon no
perdiera su humanidad en un momento de ida de olla y ambos pudiesen
luchar contra la bitch, en lugar de centrarse en la mala baba que
podía corroerle por el hecho de que su hermano se pasó de la raya e
intentó mangarle la novia. Stefan podría haberse dejado llevar y no
lo hizo. Pero vamos, hacía nada se puso en plan macho alfa por una
chorrada que Damon dijo para ciscarle y se la devolvió poniendo en
duda los motivos por los que cuadraba al emo por los desplantes que
le daba a su hermana. El bipolarismo que sufre es peor que el de Jim
Carrey en “Yo, yo mismo e Irene”. Eso es otro
tema que nos podría dar para una tesis.
Katherine
espera a Damon en su casa, supuestamente para despedirse, como si
alguien fuera a creer que tras lo años que estuvo desaparecida en
combate, le diera por venir y nada más ver que los Salvatoreo se han
buscado una Petrova menos problemática, agarra el petate y con la
música a otra parte. Claro que no, y así lo demuestra cuando hace
que Damon pelee con ella, montando un terremoto de magnitud 9 en la
escala Richter en medio del salón. En una de estas que ella está
debajo, termina por zumbarlo: “Vamos, bésame o mátame. ¿Que
va a ser, Damon? Los dos sabemos que sólo eres capaz de una cosa”.
Matarla habría estado bien, para qué negarlo, pero entonces sería
bastante fiasco su personaje, que técnicamente pretendía ser el
villano de la temporada. Además, teniendo como unas 4 veces la edad
de Damon, un pelín difícil colar que pudiera con ella. Pues eso,
empiezan al tajo y vino el tsunami. Los muebles que sufrieron las
consecuencias no sé donde acabarían, quizás Damon tras lo que
sucederá más adelante, los hizo astillas en vez de salir a jalarse
peña, pero ya tenía el cupo de muertos por día cubierto con el
emo. Me vuelvo a dispersar. En mitad del asunto, Damon decide dar al
pause porque quiere preguntar algo. Comienza diciendo que necesita
saber la verdad, que luego pueden volver a los fuegos
artificiales y él se olvida de todo para hacer borrón y cuenta
nueva en otro sitio, puesto que para ellos el tiempo no es un
problema. Katherine sabe por donde va y le para: “Ya conozco la
pregunta y su respuesta. La verdad es… que NUNCA
te he amado. SIEMPRE ha sido
Stefan”. Yo me quedé con el culo torcío. Por lo de Damon no,
eso estaba clarísimo desde el min 1, pero… ¿Stefan? ¿Seriously?
No me pegaban para nada. En 1864, era un chico tímido, reservado, de
pocas palabras. Que a la perra pudiera encantarle alguien de ese
estilo era cuanto menos muy desconcertante. Personalmente, tenía la
idea de que lo suyo era pillar por todas las bandas posibles y al
destaparse su coartada, salió por patas y abandonados os quedáis
que es participio. Pero ahora me la creía, sí, la escena es la
típica en la que por increíble que parezca del personaje que lo
dice, sabes que no está mintiendo. Además, estando
ahí medio despelotaos, uno con la camisa totalmente abierta y los
pelos de haber metido los dedos en un enchufe y la otra con la blusa
reventada a la mitad enseñando el wonderbra… era cierto fijo.
Añado que por algunos detalles en la historia, si tenía que
inclinar la balanza hacia alguno de los dos que pudiese gustar a
Katherine, era hacia Stefan, es verdad. Comenté en su
momento que el hecho de obligarle y a Damon no… me mosqueó, al
igual que el tiempo ese en que estuvo en la casa solo con Stefan
mientras el hermano estaba el ejército y no pasó nada entre ellos.
Cosas así, no sé, me chocaron. Y lógicamente, también estaba lo
que había pasado en los jardines, cuando Stefan le llamó de todo
menos bonita. La vena esa… ahí está la clave, señoras y señores.
Es así, lo digo con conocimiento de causa porque más adelante,
Damon le dirá cosas peores y se desorina en su cara la muy… bueno,
eso.
Mundialmente comentadas fueron las repercusiones de este acto, al irse Damon con un pedo del 15 a casa de Elena, sinceramente no sé a qué. Puedo entender que el resquemoramiento de casi 150 años no te deje más feliz que una perdiz, que quieras encontrar un sentido a toda la mierda que se te está viniendo encima en las últimas 24h, pero la solución no es cogerse una moña e ir a casa de tu cuñada a ver qué sacas, porque no, tío. Lo que sacas, ya lo vimos, al porrero rehabilitado con el cuello roto. No eximo a Damon de la responsabilidad de su acción, que está posiblemente en el nº1 de su ranking de cagadas, junto con la muerte de Lexi y del tito Mason. Pero a pesar de estar tocado por la conversación que tuvo con Elena en casa de los Lockwood, si no hubiese sido por la asquerosa esta, que si no es porque a él le dio por preguntar, se lo habría tirado bien a gusto y luego pies para qué os quiero, pues lo dicho, Damon no habría llegado al punto que llegó. Mucho la dolerán las palabras de Stefan, cómo no, pero lo que hace ella… ¿Sabéis qué? Que la den.
Luego,
Stefan llegó tras el aviso, y esperando a que Jeremy despertase, se
lamenta de que todo lo que había conseguido avanzar Damon en cuanto
a su humanidad, se había ido al garete: “Ha matado todo lo
bueno que había en él”. Vamos Katherine, le estás camelando
a pasos agigantados… Ah, y se me olvida lo que dije de la frase de
antes. Elena, realmente dolida, dice: “Le odio, Stefan”.
Ni qué decir tiene que se lo tenía merecido, pero ya sabemos a día
de hoy, tras el 3×10 que la cosa no ha ido tan mal.
El capítulo termina con la visita de la Petrova a Caroline, quien
antes de asfixiarla con la almohada, le da un mensaje para los
Salvatore: “Ha empezado el juego”. Sujetémonos, que
viene Paco con las rebajas.
En
los dos siguientes, prácticamente no hay mucha mención, y de hecho
Katherine sólo sale al final del 2×03. Pero aún así, se pueden
rescatar puntos interesantes. Stefan sabe que Damon está susceptible
y va con pies de plomo para que no monte más pitotes. No obstante,
tiene que saber cuál será el siguiente movimiento de la bitch y le
pregunta, pero Damon cambia directamente de conversación y habla que
investigará el secreto que ocultan los Lockwood. Stefan vuelve a
insistir en Katherine, a lo que su hermano responde: “Vino a
profesarte su amor eterno así que voy a dejar que te encargues de
ella porque tengo cosas más importantes que hacer, como explotar.”
Ahí te lo guisas y te lo comes. Obviamente, Stefan sigue sin
creérselo (y tanto que hasta el día de hoy piensa que es
mentira, con la salvedad de que a veces le interesa hacer como que
sí).
Con
el problema de Caroline descontrolada, la situación está
complicándose y Elena piensa que Katherine lo está haciendo por
amargarla la existencia, aunque Stefan cree que es por él.
Ya salió el mártir flagelado (¿alguna vez se esconde?), todo
le pasa a él y nada más que a él. Pues no haberla dicho
que no, tío. La realidad es que yo me quedo con la respuesta de
Damon: “Porque es una pequeña, manipuladora y asquerosa
zorra”. En capítulos posteriores descubriremos que todo forma
parte del plan de la maldición, pero aparte de eso, lo más probable
es que también fuera por esto que dice Damon, le encanta changar a
la gente. En el final, cuando Stefan lleva a Elena a la noria
conversan en cuanto a que a pesar de las cosas que están sucediendo,
no pueden olvidarse de vivir lo más normal que se pueda. “Lo
que Katherine hizo a Caroline podría ser sólo el principio y hay
cosas de la familia de Tyler que no entendemos todavía y siempre hay
la palabra “D”, pero vine a este pueblo para empezar
una vida contigo. No podemos olvidar vivirla”.
¿Viniste? De nuevo se te cruzaron las palabras puesto que la versión
existente era que cada X visitabas a Zach y estabas en tu
casa, siendo en una de esas ocasiones donde conociste a Elena.
Si hubieras dicho que te quedaste en el pueblo, sí, eso sería
coherente, pero que viniste… ¿estás seguro de que no existe una
especie de Alzheimer para vosotros? Estoy teniendo ya unas dudas muy
serias. De todas maneras, ahondaremos en esa y tantas otras
cuestiones en el capítulo Stefarine por excelencia, Memory
Lane.
Llegamos
al 2×04. Flashback del Baile de los Fundadores de 18641, donde
Katherine elige a Stefan para que la acompañe. En casa Lockwood,
todos los ciudadanos disfrutaban de la velada, algunos charlan con
otros y en una de las salas hay un baile, los tortolitos se
encontraban allí, moviéndose al sonido del baile de “Miss
Mystic Falls”. Mirándoles con un geto más largo que un
día sin pan estaba Damon. Stefan comenta en su hermano se molestó
porque le escogiera a él para la fiesta y ella dice que Damon tenía
que asumir que Stefan era mejor bailarín (permíteme que difiera
porque por lo que veo, Stefan más bien parece un pato mareao y ya
tenemos constancia de cómo Damon lo domina a la perfección, no hay
más que preguntarle a Elena, que aún está buscando el refajo
perdido). Después, añade: “Parece que encontró a alguien
para ocupar su tiempo”. Stefan, por curiosidad, dirige su
atención hacia el mismo lugar de antes y nos damos cuenta de que no
es un recuerdo, sino un sueño, ya que está hablando con
Elena, quien va vestida de paisana además. Hablan tranquilamente
mientras él la coge las manos. Alertado por tal imagen (podría irse
preparando), va hacia ellos dejando a Katherine sola. Sin percatarse
de su presencia, Damon y Elena salen del salón. Al cruzar la puerta,
Stefan entra en el Grill y automáticamente le cambia la vestimenta.
En el fondo ve a la Gilbert donde la mesa de billar, y ésta le dice
que le estaba esperando, que es su turno. La circulación sanguínea
de Stefan vuelve a normalizarse, vaya susto se había llevado, y al
ir hacia ella se para de repente cuando por el lateral aparece Damon
con un par de refrescos y también actúa como si no le viera. Llega
junto a Elena y se besan ante la expresión de Stefan del típico
retortijón que dan las judías con chorizo cuando llevan caducadas 2
semanas. Por detrás, Katherine se acerca y dice: “Duele,
¿verdad? Ahora sabes como me siento”. Que tú sientes,
pedorra… inspira, expira, inspira, expira. A mí me resultaba
bastante raro que esto se debiera a una especie de pesadilla que
estuviera teniendo Stefan, porque no entendía que a su
subconsciente le entrase el cague que se cierne en sus narices en
cuanto a que Elena le deje por Damon. En ese momento era
impensable que ocurriese nada estando muy reciente lo del emo y luego
sumemos la mala leche por tener que interponerse entre la estaca y
Caroline cuando el loco carioco este quería cargársela. No le veía
sentido, pero bueno. Stefan de nuevo mira a la mesa y ahora es Elena
la que tira mientras Damon la está agarrando bien y dirigiendo para
que acierte. “No luches, Stefan. Me amaste una vez. Puedes
volver a amarme de nuevo”, dice Katherine y se compaginan
imágenes del pasado con el presente.
Stefan
despierta de sopetón y Elena está al lado de él. Aliviado, le dice
a ella que siga durmiendo puesto que del estremecimiento la habrá
despertado. Entonces, piensa unos segundos y… sale disparado de la
cama. Katherine se ha infiltrado en su mente y ha sido la
artífice del sueño. “Tienes que admitir que estoy
mejorando en esto”, afirma la perra con una amplia sonrisa.
Efectivamente, en la premiere tardó segundos en darse cuenta y ahora
ni se percató de cuánto tiempo llevaría allí (yo como poco le
echo un par de horas). Stefan intenta en vano ir a por ella pero como
si fuera un peso pluma, le lanza contra el suelo. Otra vez pregunta
que por qué volvió y su respuesta: “Por 3 razones: tú, tú
y… tú”. Él sigue sin tragárselo pero Katherine
juega la baza de que se enamoró: “Bueno, sabes, es la
verdad. Dentro de ese precioso cuerpo tuyo, hay un Stefan que se
enamoró de mi también”. Al verla con Mason, me acordé de
esto y pensé: “Animalica, tanto zorreo le ha causado daños
irreversibles”.
Cambiado
de ropa, Stefan llega al comedor donde ella está leyendo su diario
porque era una tentación muy grande que no podía dejar pasar (la
pena es que sería el que escribía en ese momento, los que tienen la
verdadera chicha son los de un año hacia atrás). Hablan sobre los
werewolves, destapando así más información sobre quienes fueron
los responsables de la redada de 1864. Las familias fundadoras era la
versión oficial, pero todas fueron incitadas por los Lockwood.
Mediante un flashback (de verdad de la buena esta vez), retrocedemos
al baile. Stefan y Katherine están brindando cuando un chico se
acerca a ella y la pide que vaya con él.
Le
dan la noticia de que los ataques que se habían producido no eran
por parte de vampiros puesto que la forma en que están desgarrados
los cadáveres, no es la habitual de ellos. Eso tranquiliza a
Katherine y le asegura a Henry que no les pasará nada. En el
presente, la Petrova cuenta que sabía que George Lockwood sería un
grano en el culo porque más adelante habla con él a las claras para
decirle que sabe que ha sido quien mató a esas personas. Y es que el
gen lobuno está en esa familia, pero no todos son lobos, porque,
como sabremos después, lo que activaba la maldición era asesinar a
alguien, cosa que estando sirviendo en el ejército durante la
guerra, a George no le tardaría mucho en suceder.
Ahora
viene lo realmente interesante. Katherine coge su foto y
enseñándosela a Stefan, le pregunta que cómo es que la guarda, en
lugar de tirarla, romperla o quemarla. Eso mismo nos intriga
a todos los mortales desde tiempos inmemoriables. Tanto le interesa a
Stefan conocer el motivo de su vuelta, pero hay una cuestión mejor,
el por qué él regresó a Mystic Falls en su día. Por Elena es
imposible, a ella la conoció en la última visita que hacía, siendo
casualidad el que estuviera por los alrededores del puente y oyera el
topetazo del coche de los padres. Entonces tú piensas que le
responderá lo de Zach o que simplemente cada 2 años (si no me falla
la memoria dijo eso) se pasaba para estar en su casa. De ilusiones
también se vive, se calla y Katherine saca su propia conclusión:
“Volviste aquí para enamorarte de mí otra vez, ¿no?”.
Silencio sepulcral… algo bastante común a lo largo del
episodio por su parte. Aquí yo no entendía cómo no la
cerraba la boca para que no se creyera nada ni se flipara, y según
avanzaban los segundos menos, porque se acerca a ella a
supervelocidad y cogiéndola la cara con una mano dice: “¿Qué
es lo que hay en ti que hace que todavía me importes?”. Era
como “¿Qué haces, tío? Lo de Damon me flipó un poco pero
por lo menos no está con nadie”. Mi no entender, vamos. En
esa tesitura, Katherine ve la oportunidad perfecta para lanzarse y
allá que va. De repente, vemos cómo la otra mano de Stefan aparece
por detrás de la espalda de ella y ¡catapún! Chutazo de verbena
que la endiña. Ya tenía sentido todo lo que me chocaba, era parte
de la estrategia para que la perra bajara la guardia y poder clavarla
la jeringuilla.
En
el sótano, Stefan encadena a Katherine, que estando tan debilitada,
no puede deshacerse siquiera de las cadenas. El Salvatore retorna por
enésima vez la pregunta de por qué ha vuelto y obtiene la misma
respuesta. Para apretar más las tuercas, coge un poco de verbena y
se la pasa por la cara, dando muestras de todo el resentimiento que
tiene. Continuamos con más historias del pasado. George Lockwood
aborda a Katherine y ella demuestra su sorpresa porque él sabe que
sin ningún problema puede asesinarle mientras duerme. El tío se
hace el loco pero ella le confirma que antes de instalarse en un
sitio, se asegura bien de quienes son sus enemigos, por lo tanto sabe
lo que es y que también conoce su secreto. Surtiendo el efecto
deseado esas palabras, George le dice que qué quiere, suponemos que
a cambio de no revelar que es quien mata a esas personas porque una
vez al mes se transforma en una bestia parda. Ahí nos quedamos, ya
que Katherine no contesta, y habiendo rajado unos cuantos detalles,
prefiere intercambiar papeles y ser ahora la que pregunte. “¿Finges
ser humano con estás con Elena? ¿Es lo que te gusta?”. Ale,
sin anestesia. “En realidad, no finjo ser nada cuando estoy con
ella. Ese es el punto. Puedo ser yo mismo”. Y al ver esto las
personas con gafas tuvieron que quitárselas para limpiarlas de las
lágrimas que les salieron de los ojos por el ataque de risa que les
dio. ¿No finges, Stefan? Really? Es lo único que
has hecho desde el Piloto, con tu ceño arrugado y el látigo que
seguro que llevabas junto a la foto… Ah, te recuerdo lo que le
dijiste a tu noviecita en el 1×18 “Under control”,
en una de las crisis: “No quiero que me veas así. No quiero
que conozcas que existe este lado de mí”. Vamos, eso
en mi pueblo es fingir, en el tuyo creo que también, sólo
que se llega a una edad en la que no sabemos distinguir la mano
derecha de la izquierda, cuanto más acordarnos de lo que decimos.
Por supuesto, no opino que sea mala persona ni que esté mal que
quiera controlar ese lado oscuro. Su problema es que el método que
ha empleado para hacerlo no es el apropiado, cortar las cosas de
cuajo y poner remiendos, no deja de ser una bomba de relojería que
cada cierto tiempo estalla. “¿Sabe ella que me quieres?”,
prosigue Katherine. Hija, si ni siquiera lo sabe él, lo va a saber
Elena, mucho pides tú. Stefan lo niega pero la Petrova insiste en
que está equivocado, que si no recuerda aquella noche que la llevó
a casa (un poco tontería eso de que la lleve, si vivían en el mismo
sitio). Damas y caballeros, permanezcan en sus asientos preparados o
si están de pie, siéntense no sea que se caigan de culo y luego me
demanden.
Después
del Baile de los Fundadores, la pareja regresa charlando de lo bien
que se lo han pasado y que si el papa Guiseppe es todo enrollado por
acogerla, bla bla bla. Al lado de la puerta del cuarto de ella,
Stefan algo nerviosillo y con cara de ternero degollao, dice: “Sé…
que nos conocemos desde hace poco tiempo y sé que estoy en
competición por tus afectos pero… nunca he conocido a una mujer
como tú. Te miro y veo un ángel (pa su cumpleaños tenían que
haberle regalado unas gafas de culo de vaso, que falta le hacían).
Toco tu piel y mi cuerpo entero se estremece (esto conllevaría
una traducción +18 y no quiero que nos denuncien padres
escandalizados). Te beso y sé que me enamoro (la besa). Estoy
enamorado de ti (y de fondo “Me vuelves loco”,
de Armando Manzanero)”. Pero, ¿cómo, qué ven mis ojos?
¡¡¡¡¡STEFAN SE ESTÁ DECLARANDO, Y SIN COMPELLING!!!!!
(de nuevo recuerdo que el primero que recibió fue al día siguiente
tras haber estado con ella).
Odiamientos
y revenimientos aparte, tengo que reconocer que aquí se lució
Stefitan, negarlo pa ná, es tontería. Es la declaración que más
me ha gustado de las que ha habido, porque la del 2×08 “Rose”
de Damon a Elena me la spoileé incluso antes de empezar con la
serie. Idioteces que comete una de joven y claro, cuando lo vi, no
era igual. Así que Damon, ya te puedes poner las pilas porque la
tienes que superar, me lo debes como shipper reconvertida. Lo dicho,
en múltiples escenas, Stefan ha jurado y perjurado que no se
enamoró de ella, que todo fue manipulado para hacerle creer que era
verdad sin serlo. Y nos topamos con esto… es un gran OWNED
para el tío, que tiene que tener una colección propia.
La
reacción de Katherine es… tó loca se queda, vamos, que perdió el
can can y no lo ha encontrado todavía. Supongo que esto debe de ser
por lo que vino aquello del 2×01 de “Siempre fue Stefan”.
Ya podía haber dejado en paz a Damon y comerse a su osito con papas,
nos habríamos ahorrado tela. Bueno, técnicamente comérsele se le
come, es verdad. De todas formas, a la chica como que le entra así
el freno y dice que hay muchas cosas que no sabe, y se retira a sus
aposentos. Stefan pregunta que si la ha molestado y Katherine
contesta que no, que solamente le ha sorprendido. Se despiden y según
cierra la puerta de su dormitorio, Damon se lanza en plan cohete a
propulsión aunque no está el tema para mucha fiesta y ella se le
quita corriendo de encima. Se excusa en el cansancio y le pide que se
vaya. Damon, habiendo oído a su hermano, dice si la han dejado
abrumada sus confesiones. Abrumada, extasiada, con las bragas de
sombrero, lo mismo me da que me da lo mismo. Katherine le echa la
bronca por estar espiando y con eso Damon se huele el percal: “¿No
es mi amor suficiente?”. Por esto mismo afirmé que estaban
juntos antes de que pasase nada con Stefan. Obviamente, no
se iba a poner a espetarle que le da bola porque es una zorra y se le
puso a tiro. Educación ante todo. Pero tiene corazoncito, faltaría
más y en estos momentos, no le daba más que para Stefan. Fácilmente
logra deshacerse de él obligándole y el pobre pavo se va con una
sonrisita y todo. Qué pena daba, en serio.
En
la actualidad, por si alguien sigue teniendo dudas (el colectivo
Stelena, básicamente), Katherine sentencia: “Sigue adelante,
Stefan. Tortúrame, mantenme cautiva, drena mi sangre hasta que mi
cuerpo se convierta en ceniza. Eso nunca cambiará la verdad. Nunca
obligué tu amor. Era real, como lo era el mío”. Tampoco está
nada mal esto, caguen la mar. Elena, tú también ponte las pilas,
aunque es algo que veo bien difícil para ti, bonita. Con que vayas
espabilando y arreglando las cagadas que estás haciendo, me
voy conformado, por ahora. Uis, qué cabeza la mía, que me olvido de
Stefan y su geto de “Qué tajo me acabo de llevar… más me
vale que Elena no se entere que adiós encame”.
Transcurrido
un rato, así por lo bajo le echo un par de horas para que le diera
tiempo a la información a entrar por el oído de Stefan, subir al
cerebro y ser procesada, la bitch dice: “Oír la verdad después
de un siglo y medio de negación debe de ser abrumador”.
Hombre, es que vienes tú aquí a quitarle su mantra de un plumazo
tan gratuitamente, pues se resiste quieras que no. “No era
real, te recuerdo obligándome”. En el periodo de transición,
vendrían a su memoria las veces que le lobotomizó. “Solamente
después de que te mostré quién era realmente. Estabas tan asustado
de mí; tenía que quitarte el miedo”. Como dijo Jack el
Destripador, vayamos por partes. El primer compelling que
recibió Stefan fue el del 1×06 al descubrir que Katherine se había
alimentado de él (no sale pero suponemos que tras irse
Damon, vio el cielo abierto y mandó llamar a Stefan a su cuarto), y
puede que más adelante repitiese con otras cosas a las que se
opusiera, como podría haber sido enterarse de que estaba liada con
Damon o beber de la sangre de ella como previsión a que le matasen
en la caza. Claro, si antes de declararse había recibido alguno,
tendría que haberlo recordado igualmente, es de cajón de madera de
pino. Tú no te pones a preguntarte a ti mism@ a qué momento de tu
vida pertenece cada recuerdo. Lo sabes. Extremadamente sospechoso es
que Stefan no supiera que todo lo que vino a su cabeza fue POSTERIOR
a su declaración, no anterior. Es literalmente imposible. Otra
cosa, sobre la declaración. ¿Qué pasa, que no le sonaba levemente
dentro de sus múltiples retales memorísticos? Una teoría de las
mías para encontrar algo de cordura en esto: Enfrentarse a
la cruda realidad de que contra su voluntad le han hecho lo que
Katherine había hecho, es muy duro. Cierto. Y quizás
comenzó a pensar esa filosofía de que todo había sido manipulado
desde el principio, para no sentirse realmente dolido con tal engaño.
Es lo que se me ocurrió en aquel momento, pero como siempre llegamos
al espinoso tema de marras: la foto. ¿Qué hago con
ella? Me descalabra la línea de argumentación de forma brutal,
siendo incomprensible que tras una decepción así, por muy
muerta que la creyera, tuviera ganas de tener algo suyo y si eso me
descalabra, imaginemos la última frase del resumen de la
historia que contó a Elena en el 1×05: “La echo de menos pero
ya no estoy roto por su pérdida”. No hay por donde cogerlo.
Sin
embargo, parece que ha entrado en razón al aceptar la verdad aunque
debido a las consecuencias que desde 1864 ha sufrido, no quiere saber
más del asunto: “Cualesquiera que fueran los sentimientos que
tuve entonces, se convirtieron todos en odio”. Bien, ya nos
dejamos de moñadas tales como “No era real”, algo es
algo. Otro punto importante es el que no rebate que por parte de
Katherine fuese o sea mentira, el que ella le quiera, solamente lo
que le concierne a él. Retengámoslo de cara al final del capítulo.
De nuevo, la Petrova da una de las frases que apoya la temática de
muchos shippers: “Amor, odio, qué línea tan delgada”.
Y sí, no niego que haya ocasiones el odio es odio y nada más, pero
no creo que se pueda aplicar exactamente a este caso porque vino la
cantidad de versiones inconexas y contradictorias que ha dado Stefan.
Tanto rencor y tanta mala baba no pueden ser coherentes con “La
echo de menos”, “Mi lamento es no haber podido
arreglarlo antes de que ella muriera” o “No hables así
de ella, no la conociste”. Me inclino a pensar que lo que le
ocurre es un escocimiento profundo por lo que le hizo, pero que se
soluciona rápido, se la chasca y a tirar. Ya lo veréis (o eso
espero porque las horas que he invertido en esto se irán a la mierda
y no me gustaría).
Siguiendo
con la narración de los acontecimientos del pasado, Katherine cuenta
que para pasar desapercibido de las que estaba liando, George
Lockwood enjaretaba sus crímenes a los colmilleros, acusándoles
ante los mandamases pero ella consiguió que hiciera un trato para
erradicar al resto de vampiros de Mystic Falls, usando así esta
tapadera para fingir su propia muerte. A Stefan le suena como que
bastante flipante que a sus propios compañeros y lo más cercano a
familia que podía tener les vendiera de esa manera, aunque a estas
alturas no sé de que se sorprende. Tenía que ser por un motivo de
peso que lo hizo puesto todo el mundo creía que estaba muerta, y qué
mejor razón que querer huir. Katherine no dice nada al respecto (ya
si eso otro día que vuelva a meterse de polizón en la cama),
únicamente que necesitaba irse muy lejos, lo malo es que el plan se
changó por culpa de Stefan (one moment, pongamos aparte que al ser
un bocachancla e irle con el cuento a papi, fastidió el invento,
pero la perra no lo sabe, así que la culpa es de ella por zafarse y
ser una ansiosa, ¿no quería osito? Pues toma, para que revientes).
Recordamos que el papa Giuseppe mosqueado por la repentina petición
de su hijo menor, se encargó de que ingiriera verbena para poner al
descubierto al espécimen que se lo estaba trajinando y en el momento
en que Katherine fue a hincarle el diente, adiós muy buenas.
Irrumpió en la habitación con un bozal y se la llevó pal tacho. Un
detalle que me apetece mencionar y que me sentó como una patada en
el culo, fue la puya que mete: “Y Damon, siendo Damon, lo
arruinó todo”. Luego me dicen que por qué me ensaño con
ella, pues por cosas como esta. Pavo y todo, es mejor hacerle caso
que al tolai y sosaina de Stefan. Damon no fue el responsable de que
se truncase nada, él mantenía la boca cerrada a sabiendas de que su
padre no cedería. Claro, qué iba a saber el pobrecito mío que esta
tenía ya el billete de salida al Caribe con Curro, él lo que
pretendía era que no te matasen, cuan lleno está el mundo de
desagradecidas. Menos mal que con eso Stefan sacó un poco la cara
por su hermano, debió de darle un ictus o algo: “¡Entonces
Damon y yo morimos por nada!”. Katherine replica: “No,
moriste por amor”. Oh, sí, como en una peli de estas todo
moñosas donde el prota picha grandemente por salvar a la chica…
vete al pedo, Katherine, y no vuelvas. Cuando tu padre te pegue dos
tiros a quemarropa vienes y me lo cuentas, ¿estamos?
Finiquitadas
las historias del año 2, Stefan retoma el tercer grado: “¿Vas
a decirme por qué volviste aquí o simplemente estás jugando a otro
juego?”. Animalito, todavía cree que conseguirá algo. “¿No
has oído ni una palabra de lo que dije? He contestado esa pregunta 5
veces”. Qué va a oír, si ni siquiera le funciona el cerebro
bien pa coordinar los hechos, le va a funcionar la trompa de
Eustaquio y el tímpano. Nah, yo tampoco la creería, pero es tan
sumamente gratificante la sensación de meterse con Stefan que
cualquier oportunidad es válida. Katherine dice que siempre consigue
lo que quiere y no tiene reparos en hacer lo que sea necesario para
obtenerlo, por lo tanto, añadir otro cadáver a su larga lista no es
un obstáculo, aunque Stefan no se lo traga, si quisiera a
Elena muerta lo habría hecho ya. Que no lo esté aun no
significa que no pueda hacerlo o que no vaya a hacerlo, y más
cabreado que una mona, él coge una mini estaquita que tenía por ahí
y se lanza hacia ella, quedando a un par de cm de su cara. Acaba por
tirar el palo al suelo y ante eso Katherine dice: “Supongo que
no me odias tanto como pensabas”. Este no sabe nada, ni su
verdadero nombre ni que era búlgara, que eso lo conocemos porque
Damon lo dijo. Sabiendo que le costó lo suyo llegar a la conclusión
de las manipulaciones, no espero que esto lo asimile antes de unos 25
años siendo optimista.
La
perra marca su territorio: “No quiero que veas a Elena más. Si
no la apartas de tu vida, mataré a todo el mundo que quiera mientras
ella mira y luego la mataré a ella mientras tú miras”.
Súbete aquí, pedalea y da vueltas, Katherine. No puedes reaparecer
tras la pucha de años con todo lo que hiciste y empezar a dar
órdenes. Bueno, puedes hacerlo y que te hagan caso es otro tema.
Además, si esas son tus tácticas para reconquistar a
Stefan… vale que no sea muy inteligente pero hasta ahí llega.
“¡No pienses ni por un momento que no te mataré!”,
amenaza él cogiéndola por el cuello y estrangulándola con la
estaca a la zaga. Sin embargo, para descarrilamiento de la mandíbula
de todos, Katherine le tira contra la pared y se quita las
cadenas ante la cara de WTF de Stefan. El secreto está en
que día sí y día también ha bebido verbena desde 1864 para que no
volviera a sucederla lo mismo y ahora es inmune. Un dato curioso en
cuanto a esto: en el 3×12 a Damon le hacen lo mismo y él igualmente
se tomaba verbena todos los días, pero se llega a quedar
inconsciente aunque no tarda mucho en despertarse. Quizás cuando
Stefan la clava el dardo en la espalda sí que reacciona como sería
normal y luego se recupera durante el tiempo que está atada, y la
diferencia con Damon en que él pierda el conocimiento y Katherine se
maree puede ser por la edad de cada uno o el tiempo que han tomado
verbena.
Ambos
oyen un ruido proveniente de la parte superior de la casa. Elena
entró buscando a Stefan, que se ha pasado el día entero missing
total. Los reflejos de Katherine actúan más rápido y la estaca que
había acaba clavada en la pierna de Stefan y la tía se las pira
corriendo. La Gilbert no ve a nadie y parece que la casa está vacía,
hasta que de repente escucha una voz que dice: “Tú debes de
ser Elena”. Y apuesto a que la recorrió un escalofrío por
todo el cuerpo como cuando Damon en el 1×06 fue a buscar a Stefan
para que le devolviera su anillo y se despide: “Ten cuidado de
a quién invitas a tu casa”, sólo que esa vez aparte de
miedo, la entrarían otras cosas, ya sabemos, sudores fríos hasta la
raja del culo y eso. Bueno, Elena se gira y por primera vez
están las clones frente a frente. El mundo no ha
implosionado, el Doc de Regreso al futuro estaba equivocado
con la teoría esa de que como vieras a tu doble petaba todo.
La Petrova menor asombrada por el calcado tan exacto, se pregunta
cómo es posible. Katherine cual típica arpía la da un repaso de
arriba a abajo. No dura mucho el bis a bis porque Stefan
interrumpe (marca identificativa del personaje al igual que
el ceño), y ambos nos vuelven a martirizar con el abrazo
teletubiesco. Un desperdicio, me estaba molando a mí el
Stefan este que hace el intento de trollear a Katherine, incluso
tenía esperanzas en él… sí, más o menos a esta altura
me estaba empezando a cansar del elefan.
Para
aligerar tensiones, van al Grill a tomar algo y allí Caroline
también estaba, enviada especial de la perra para sabotearles.
Habiendo usado su situación con Matt para arremeter con lo que
podría pasarles a Elena y Stefan, siente tener que portarse así
aunque no puede decir que todo es por la bitch, y pide perdón a su
amiga. Después, Elena se sienta en una mesa con Stefan, quien está
hambriento. Atención a la respuesta de ella: “Bueno, pasar el
día con tu ex celosa te hace eso”. Vamos, no me encajó nada
que al verse, estén ahí en plan todo osito y ahora esto, pero vale,
a lo mejor en el camino él le contó lo que pasó y Elena ha sacado
la garza. Ya sí, Stefan hablando gratis, imposible, I know.
Entonces, él la advierte de que no se ande con chiquitas que se
puede montar un pifostio de la leche con la loca esa, y a Elena le
flipa que le tenga más miedo Stefan que ella: “¿Por qué la
estás dando tanto poder sobre nuestra relación? Esto es lo que ella
quiere. Quiere que peleemos. Quiere meterse entre nosotros”.
De vez en cuando, la chica piensa, no digamos que no, pero lo que me
dejó perpleja fue: “Ya lo ha hecho, Elena”. Se
resquebraja el shipper por momentos, y de las opciones que se me
ocurrían para que eso sucediese algún día, no consideraba la causa
pudiera ser Katherine, más que nada por el hecho de que ya podía la
chunga decir misa que a Stefan plin porque duerme en Pikolín, tiene
el mismo cromo y con menos quebraderos de cabeza, para qué
molestarse siquiera en darle vueltas. Aunque tengo que decir que de
alguna manera, me dio la impresión de que había potencial en este
nuevo frente abierto ya que tuve el presentimiento durante la
charlita que se meten de ver algo ahí… no sé cómo explicarlo
pero estaba segura de que más adelante regresarían dando caña.
Además, que no nos pase desapercibido el que Stefan sigue
teniendo la foto, mucho odio, mucho rollo y ni
descubrir que no estaba en la tumba hizo que se limpiara el culo con
ella o la hiciera trizas, qué trola me va a contar… yo no
soy Elena.
Testigos
a distancia de la discusión eran Caroline y Damon, cada uno sentado
en un sitio del bar y afuera estaba la propia Katherine a la espera
de que la rubia le informase. Sin embargo, es Damon quien sale
primero y ella aprovecha para ciscarle como siempre. Lo bueno es que
él pasa de su body como de comer mierda y lo que le tiene de bajón
es no haber logrado matar a Mason. Katherine le aconseja que tenga
cuidado y que no intente hacerse el héroe porque acabará muerto. La
réplica de Damon es magistral: “He estado ahí, lo he hecho.
Al menos esta vez merecerá la pena”. Marchando otra
ronda de tajos pa la bitch… y a este no tiene con qué
rebatirle.
Elena
entra en su habitación mustia (ella está mustia, no que la
habitación lo sea) y al girarse, la cámara enfoca a Stefan para
descubrir que la riña que han tenido es más falsa que la inocencia
de Iñaki Urdangarín en el caso Noos. ¿A que os echasteis las manos
a la cabeza? Empezaba a tener esto un poco de movimiento y resulta
que era fingido, a mí me chafó aunque como dije antes, era muy raro
que en la casa actuaran como siempre y en el Grill a Elena sólo le
faltó decir que se comiera a Katherine con papas. Ambos comentan que
la actitud de Caroline era cantosísima y por supuesto eso llevaba el
sello zorruno, ella nunca se encarga del trabajo sucio (claro,
Katherine no se basta solita para rallar a tu novia… vas a verlo).
Elena dice que le pareció ver a Damon por allí y que si a él le
dirá que no era real, pero Stefan alega que para que la Petrova se
lo crea, todo el mundo tiene que creerlo antes y de esta manera
piense que se está saliendo con la suya (y cuanto menos sepa tu
brother de los tejemanejes que te traes, mejor, ¿no?). Discierno que
prefiere ocultárselo por si en un arrebato, a Damon se le soltara la
lengua para fastidiarla, ya sabemos, cree el ladrón que todos son de
su condición. Y matizo que si se lo hubiera dicho, le habría
evitado unos cuantos desastres puesto que Damon no se lo tragó y le
diría que a Katherine tampoco se la colaría. Elena anda algo
desconcertada por la que está montando la colega esta solamente para
mangarle al osito, porque ella está bien segura en ese tema, a
diferencia del propio Stefan, que en segundos echa a la basura la
retahíla de verdades que le han revoleado la cara en una tarde: “Eso
no es por lo que está aquí, ¿vale? No importa lo que ella diga, la
conozco. Katherine no se preocupa por nadie que no sea ella misma,
nunca lo ha hecho. Es incapaz de querer. Está aquí por otra razón”.
Mucha miga tenemos aquí, y técnicamente el motivo por el
que Katherine vuelve era lo de la maldición, pero eso no
quiere decir que no usara la coyuntura para saludar a Stefan y
cizañar en su relación de múltiples modos: primero
poniendo en duda que esté enamorado de Elena y posteriormente con
las puyas delena (lo voy a pasar teta cuando llegue a la cueva).
Stefan borra lo que ha procesado hace escasas horas para continuar
con el piñón fijo que le ha acompañado durante tantos años. Si en
la conversación con Katherine, lo único que no aceptaba eran los
sentimientos de sí mismo, otra vez retrocede a su mantra querido del
alma, que a ella le da igual quien sea salvo su pretencioso culo y
siempre ha sido así. Quieto para el carro, chaval, que me parece que
estás tergiversando los hechos en tu propio beneficio… again. ¿No
podría decirle a Elena que él cree que Katherine miente o que aun
siendo verdad, a él le importa nada y menos que haya vuelto por él?
Al fin y al cabo, la cuestión es que Stefan quiera darla cuartel,
digo yo. Que la perra esté como las maracas de Machín es problema
suyo. Y bueno, no hablamos sobre corregir las versiones anteriores,
lo de “No era real” y la sarta entera del 1×06, para
qué ser sinceros… está demasiado sobrevalorada esa cualidad. No
serviría de nada el que Stefan rectificase el que aunque Katherine
era una zorra, era SU zorra y que se
enamoró de ella sin compellings, que se lo ha tenido que
recordar ella misma porque estaba todo enredado. Para qué dar a
Elena material para zumbarse, no hombre, no, que luego tenemos un
disgusto cuando se dé cuenta de que no hay la más mínima
concordancia en los pufos que se ha tragado y ale, puerta. Así que
para la moi Stefitan estaba acercándose al precipicio y no tardando
mucho iniciaría el salto de caída libre. Finalmente, para demostrar
con pruebas las aseveraciones del Salvatore tenemos el último
flashback en el que Katherine acaba de salir liberada de la tumba y
cierra el trato con George Lockwood dándole la piedra lunar a cambio
de que la sacara de la iglesia. Un carruaje la espera y al echar la
vista atrás, ve los cuerpos inertes de Damon y Stefan. Va hacia el
baby bro y con “Breathe again” de fondo se
despide: “Te quiero, Stefan. Estaremos juntos otra vez, lo
prometo”. A eso estoy esperando, bonita, que te lo lleves una
temporadita o sino yo misma os borro del mapa. ¿Y a Damon ni un “Nos
vemos, besitos, ciao ciao”? Lo digo por eso que de vez en
cuando se saca de la manga que quiso a los dos…
En
los dos siguientes capítulos, Stefan y Elena continúan con su
teatrillo de 4ª delante del personal, simulando pelearse para que lo
que Caroline cuente a Katherine la haga desistir de changar la
marrana con maldades. El ataque que sufren Damon y Stefan a manos de
la Sheriff por la confesión de Mason, pone de relieve otro de los
problemas que tiene el Salvatore pequeño puesto que por su dieta es
más débil y le duele más lo que cobre. Él cree que al igual que
Katherine es inmune a la verbena por tomar diariamente un poco, con
la sangre podría suceder lo mismo y así tener la fuerza suficiente
para acabar con ella. Elena no comparte su opinión y ahí discuten
de verdad. Después, la rubia acaba soltando que ha estado haciendo
de radiomacuto por las amenazas hacia Matt y al tener en su poder la
piedra lunar, Mason se reúne con la perra y descubrimos que están
juntos y revueltos.
Siendo
un peligro para su anonimato, los hermanos deciden encargarse de tito
y para ello Bonnie tiene que chutarle una de sus migrañas que le
deja fuera de juego. Metiéndose en su cabeza, conocen la
localización de la piedra y Stefan se mete en el pozo del tío
Raimundo pero la mala suerte es que está lleno de verbena. El chico
empieza a abrasarse como un pincho moruno hasta que Elena le saca y
coge la moonstone. Damon lleva a cabo su venganza contra Mason
arrancándole el corazón y lo envuelve con la alfombra que estaba
manchadísima y no merecía la pena llevarla al tinte. Para que la
cuñada no sospeche nada, le manda un sms desde su móvil diciendo
que se va para Florida y curiosea al último nº llamado, el de
Katherine. Ella contesta y se sorprende al oírle, asumiendo que
Mason se encontraría con él. Damon cuenta que se lo ha cargado y
eso la deja totalmente desorientada, aunque da muestras de lo
contrario: “¿Crees en serio que no tengo un plan B? Y si ese
falla, un plan C, luego un plan D y… ya sabes cómo va el
abecedario, ¿no? Envíale mi amor a Stefan”. Simpática como
ella sola. Y ese plan B es obligar a Jenna a clavarse el cuchillo
jamonero en el estómago mientras está hablando con Elena por tlf
comunicándola que sabe que lo de Stefan era trola porque al
infiltrarse en su casa pudo hipnotizar a la tía para que la hiciera
de espía y dejase de tomar verbena. Sin más remedio, la
Gilbert rompe con Stefan porque se ha ido de las manos la
situación y no quiere que el día menos pensado quien resulte ser la
víctima acabe en el otro barrio. Por otro lado, Katherine busca
alternativas para tener otro werewolf, Tyler, y visita a Matt para
que sea quien provoque a su amigo hasta el punto de que este le mate
y active el gen lobuno.
El
capi 2×07, “Masquerade”, es uno de los platos
potentes de la temporada. De nuevo fiestón popular en casa Lockwood.
Previamente, Katherine envía un mensaje mediante Caroline para que
la den la piedra en el baile o habrá regueros rojos por todo Mystic
Falls. Damon no lo piensa dos veces y asegura que la matará, pero su
hermano le dice que no, que no lo hará, que será él mismo. Vaya,
parece que comienza a espabilar Stefan. Ocultan la información a
Elena y se preparan para el evento con armas hasta los dientes. No
obstante, advierten que si alguien quiere rajarse, que lo haga ahora
o que se aguante las ganas. Damon mira a Caroline pero la chica muy
contundente dice que no, que Katherine la mató, así que se la
devolverá. Ya veremos quien es el que se acochina en tablas… sí,
ese que empieza por S y acaba en tefan.
Obviamente
suceden contratiempos, uno llamado Lucy Bennett, amiga de Katherine
que se presenta para ayudarla a recuperar el pedrusco con sus
truquitos, y la muerte de la que desencadena la metamorfosis en el
ñarigón. Pero no vayamos tan deprisa que hay un detallito para
remarcar. En los jardines de la mansión del alcalde, Damon y Stefan
observan todos los rincones para ver a Katherine. Stefan pregunta a
su hermano que si está seguro de que lo podrá hacer, que él tuvo
la oportunidad de matarla y dudó. Damon le contesta: “Bueno,
esa es la diferencia entre tú y yo, amigo mío, yo no dudo”.
Pero aun así, Stefan deja caer que como estuvo trancado de ella 145
años, que podría suceder. Se sobra un cacho aquí el ceño
jactándose y no confundamos el dudar con el no atreverse, que es lo
que le pasa a Stefan en el 99% de las ocasiones. La filosofía de
“Quien no arriesga, no gana” no va con él. Se anda con
contemplaciones con una tía como Katherine, arpía manipuladora y
egoísta, que no únicamente hizo méritos en 1864 para recibir el
estacazo de su vida, sino que actualmente ha regresado coronándose
con unas cuantas florituras y quiere que nos traguemos sus discos
rallados de odios eternos. Personalmente, después del accidente de
Jenna, yo no me quedaría de brazos cruzados ensayando qué lágrimas
de cocodrilo voy a echar. Me cojo un señor estacón bien grande y
afilado, me llevo a mi brother, que estará deseoso de colaborar y
trinco a esa a la primera que tenga oportunidad usando el estacón
para dejarla el corazón como un queso gruyere.
En
la pista de baile, Stefan ve bajar a Katherine a lo lejos por las
escaleras y al girarse, ella está detrás de él. Le pide bailar
pero Stefan se niega y evidentemente con amenazar que mata a alguien,
ya tiene que apencar ofreciéndola el brazo. Cuidado, qué sacrificio
tan grande, se hernia fijo. Bailan al son de una canción estilo
“bitch” ahí agarraditos, y es una lástima que cuando Elena
llega el plan está en pleno funcionamiento, porque habría sido todo
un puntazo que les pillara e inmortalizara el momento con el móvil
(además de poder pasárselo al Iphone de Stefan para que vaya
renovando lo de las fotos). Katherine pregunta por la piedra lunar
pero él le dice que no la lleva encima (Stefan es de objetos planos,
por ejemplo, una foto), que si la necesita recuperar tienen que ir a
buscarla juntos. Oliéndose que es una encerrona, ella quiere que se
la traiga y mientras intentará no cargarse a nadie, aunque Stefan
insiste en que a su manera o no hay pedrusco que valga. Una de las
chicas que estaban con Matt y Tyler se acerca a ellos para saber si
vieron a Matt, y de paso halaga a Katherine por su vestido. La perra
hace que la coloca el collar que lleva, la rompe la espalda y la
mata, que traducido significa que no se la suban a la chepa.
Stefan
va al sitio donde Damon prepara las armas salta con el rollo de los
daños colaterales (quién le ha visto y quién le ve), que él no
quería que pasara eso, y que deberían abortar la misión. Y era
Damon el que podría mandarlo todo a la mierda, ¿no? Ah, pero claro,
es por los daños colaterales, entonces vale la excusa. Sin embargo,
Damon no está dispuesto a detenerse: “¿Qué? ¿Quién está
dudando ahora? ¡Hey! ¡No me hagas esto! ¡Esta mujer arruinó
nuestras vidas, ella nos destruyó! Esta noche termina. Podemos
hacerlo juntos. Te cubro la espalda, ¿de acuerdo?”. Tanto que
se le llenó la boca con “No la matarás, porque lo voy a hacer
yo” y en cuantito las cosas se tuercen un poco… nah, de
donde no hay no se puede sacar, si no es por Damon, no quedaba vivo
ni el apuntaor.
Más
tarde, Jeremy le da un mensaje a Katherine de parte de los Salvatore
para que se reúna con ellos en el bosque pero por lo raro que parece
todo, ésta interroga a Caroline. La chica acaba confesando que la
quieren matar y que el pedrusco está en posesión de Bonnie, quien
se encuentra en una habitación de arriba. Van las dos y al entrar
Katherine dentro, Carol se empieza a reír puesto que la ha engañado
y está atrapada. Stefan sale con un pequeño palo de madera en la
mano y la Petrova no se percata de que de otra puerta del cuarto,
aparece Damon con una pistola de aire comprimido, disparándola en la
espalda. Al mismo tiempo, Elena afuera es herida de la misma forma y
la bruja se cosca de que está siendo un muñeco de vudú. Jeremy
corre a avisar a los hermanos y llega justo cuando Damon está a
punto de clavar a Katherine una estaca en el corazón a la vez Stefan
la tenía agarrada por el cuello en el suelo inmovilizándola.
Veremos cómo, con diferentes puntos, el que termina
rematando las faenas es Damon y eso que tras el sufrimiento que le
causa a Elena, Stefan debería ponerse los pantalones y
acabar con la perra de una vez por todas. Pero si lo están haciendo
de esta forma, por algo será, y quiero que vayan retomando el tema
que me van a salir canas.
Para
deshacer el spell, la bruja va corriendo a buscar a Lucy y mientras
Stefan, Damon y Katherine esperan en la habitación, estos dos
últimos intercambiándose puyazos:
Katherine:
Los tres juntos como en los viejos tiempos. El hermano que me quiso
demasiado y el que no me quiso lo suficiente
Damon: Y la zorra maligna vampira que sólo se quiso a sí misma
Katherine: ¿Qué te sucedió, Damon? Solías ser más dulce y cortés
Damon: Oh, ese Damon murió hace mucho
Katherine: Bien. Era un aburrimiento
Damon: Y la zorra maligna vampira que sólo se quiso a sí misma
Katherine: ¿Qué te sucedió, Damon? Solías ser más dulce y cortés
Damon: Oh, ese Damon murió hace mucho
Katherine: Bien. Era un aburrimiento
Stefan
les corta el rollo en breve: “¿Por qué no paráis los dos de
estar picándoos el uno al otro?”. ¿Qué tripa se te ha roto
ahora, tío? ¿Estás celoso por no ser el centro de atención?
Katherine cambia de tercio y le trollea: “¿Elena disfruta
teniéndoos a los dos para adorarla?”. Aunque él sabe lo que
pretende, eso no la detiene de seguir: “¿Así que no te
molesta que Damon esté enamorado de tu novia?”. Stefan la
dice que lo deje (eso ya no le hace tanta gracia). Entonces retoma el
asunto de Mason, moonstones y sofritos llegando a la conclusión de
que lo que ella dio a George Lockwood a cambio de su libertad fue la
propia piedra, puesto que ellos sabían que estaba en posesión de
esa familia. Como rompiendo la maldición, los lobos dominarían a
los vampires, no entiende para qué narices quiere recuperarla y al
intentar conseguir información, Katherine lo desvía a: “Me
encantas en traje, tan elegante”, así que Stefan, que
sorprendentemente va atando los cabos bien, cree que es porque para
empezar era suya, y fingiendo su muerte trataba de huir de alguien.
Pregunta que de quién huye y Katherine vuelve a
salir por peteneras: “En 1987 estabas en Chicago, en un
concierto con esa chica, Lexi. Vamos Stefan, no parezcas tan
sorprendido. Por supuesto que te echado un vistazo a lo largo de los
años. Estabas de pie en primera fila, bailando toda la noche.
Estabas viendo a Bon Jovi y yo te estaba viendo a ti”. Lo de
acosar desde las sombras… otro punto que tiene en común con
Stefan, vaya dos disfuncionales trastornados, tal para cual, podrían
presentar un programa tipo “Diario de…”
narrando sus investigaciones, aunque probablemente el de Katherine
tendría más audiencia por cómo lo relataría y porque el material
de Stefan sería muchísimo más jugoso y morboso que el de Elena.
Apuesto lo que sea a que lo del concierto de Bon Jovi fue idea de
Lexi, qué grande era esta mujer (Damon, ¿por qué nos hiciste
eso?). A Stefan le veía yo más en un concierto música pa
suicidarte: Coldplay (ahora parece que mejoraron), Snow Patrol,
Adele…Contada esta anécdota, Stefan no se apea y vuelve a
preguntar, para nada, Katherine gesticula que le quiere con los
labios. ¡Qué cansino es! ¿No ve que Katherine no tiene intención
de soltarle ni el previo? Ya le pasó cuando la quiso sonsacar en el
2×04, y lo que obtuvo es que siguió con la misma cantinela y encima
la bitch le dio cera de lo lindo. Además, se hace el sieso pero en
el fondo le gusta que ella le diga cosas bonitas, que lo sé yo (a
Elena le pasa lo mismito con Damon), y siempre es eso mejor que le
agujeree.
Damon
se está preparando un pelotazo de whisky y Katherine le pide otro ya
que se está perdiendo la fiesta y va amenizando el rato hasta que la
bruja aparezca con la piedra. Él la da el vaso pero arremete contra
ella con una estaca para clavársela, impidiéndolo Stefan puesto que
seguía conectada a Elena. Haciendo honor a su desfachatez, Katherine
piropea a Damon diciendo que está buenísimo (ha
descubierto América, la otra). Vamos a ver, perra, tú a Damon de
lejos, ¿estamos? Lucy llega con la moonstone y la informa que puede
salir, que una vez que la entregue el pedrusco, cada una en su casa y
la verbena en la de todos. Katherine está de acuerdo y al cogerla,
comienza a asfixiarse. Su amiga le recrimina que le ocultase que
había otra witch metida en el ajo y pa colmo parienta suya, por lo
tanto, que arree con las consecuencias. Se disculpa ante los
Salvatore y luego se despide de Bonnie.
Stefan
va a ver a Elena y aun estando Katherine off the table, ella no
vuelve con él porque primero necesita que su familia y amigos estén
a salvo de todos los rollos sobrenaturales (¿de verdad creía que
eso sucedería algún día?). Y hablando de Katherine off the table,
¿dónde está? Despierta en un sitio bastante oscuro que no
reconoce. Sin embargo, Damon se lo aclara enseguida: “Donde
deberías haber estado todo este tiempo”. La tumba
famosa de 1864, que han sellado con otro spell para que no pueda
salir, y eso es con creces mejor que matarla. Viéndose
desesperada, Katherine le dice a Damon que Elena está en peligro por
ser la doppelganger, y para más información, quítese el cerrojo
FAC invisible. El Salvatore no la cree, como es normal, y a pesar de
la insistencia de la Petrova, sentencia: “Entonces yo la
protegeré mientras tú te pudres en el infierno”. ¡¡¡¡Stefan,
APRENDE!!!! Como mencioné, mucho ponerse medallas y al
final, entre que se acochina en tablas por daños colaterales, que el
de la pistola de aire comprimido y la estaca no era él y para
terminar, ni siquiera la encierra… que no se limpie el culo con la
foto que yo lo haré con su odio y su ceño.
En el 2×08 no hay nada que reseñar en el tema Stefarine, aunque hay para meterme con Stefan y eso siempre es bueno. En una de las primeras escenas, cuando se han dado cuenta que Elena fue secuestrada. Stefan asegura que debe ser Katherine pero Damon dice que es imposible por estar en la tumba y lo sabe de buena tinta porque la metió a monja de clausura. Stefan pone en duda que lo hiciera, que sabe la influencia que la perra tiene en él. O sea, vamos a ver, tiene el gran cuajazo de dudar a Damon cuando él mismo lo único que le ha hecho a Katherine fue clavarla una jeringa y dos estaquitas mierderas de nada… para que luego venga presumiendo de la vida tan ruin y miserable que ha tenido por culpa de ella, venga, no me toques los kinder, Stefan, bastante lo estás haciendo en la 3ª.
Con
el capi del pasado de Katherine, descubrimos que huye de
Klaus, uno de los originales que conoció en 1490 tras ser
desterrada de su país por tener una hija ilegítima. El colega este,
al que posteriormente conoceremos con el jula o el
primaveras, quería usarla para romper la maldición aunque
ella logró escapar y de paso se trincó como recuerdo de las
vacaciones la piedra lunar, una de las claves para el sofrito, junto
con un werewolf, un vampire, y una witch. Su retorno a Mystic Falls
era para reunir los ingredientes y entregárselos a Klaus a cambio de
que la dejase en paz, que con 500 años huyendo de acá para allá,
la artrosis empieza a dar sus primeras señales y estará hecha una
pasa para cuando Stefan se decida. Un kit kat, así cortito: si tan
chungo es ese tío que tiene comiéndola el culo durante medio
milenio, ya le puede ofrecer ella el oro y el moro, que si por huir
se cargó a toda la family, yo dudaba mucho que aceptara el trato que
Katherine quería proponer, más bien me le imaginaba a Klaus
aceptándolo y luego cargándosela, pero ella misma. Elena recibe
toda esta información para saber a qué se enfrenta con eso de ser
la doble y debió de revolvérsela el desayuno con la historia.
Stefan aparece en la cueva tras olerse que si la chica no le había
dicho nada sobre ello, tendría que ser algo muy importante
(omitiendo la pesquisa de que lo primero que pensó es que estaba con
Damon, buenísimo fue eso). Por supuesto, le falta tiempo para
arremeter contra la perra: “Escúchame, lo que sea que te
dijera es mentira. No la escuches. Es una mentirosa, Elena”.
Mentirosa, sí, como te mintió tanto en Memory Lane… por
eso cerrabas tu bocaza cada vez que ella abría la suya y soltaba
trolas, ¿no? La Gilbert dice que no sabe lo que dijo para
juzgar si es cierto o no, vamos, que para ser la 2ª vez en su vida
que la ha visto, la tiene mucho más calada. De nuevo, el caballero
andante de la armadura blanca, o como se diga: “No tienes que
preocuparte, no voy a dejar que te pase nada”, que realmente
significa: “Don’t worry nena, cuando la cosa se chungue, le
meto presión a Damon pa que nos lo arregle y mientras nos damos un
abrazo”. Katherine les enseña que tiene la piedra lunar
(fallo gordo que no se la quitaran estando en los brazos de Morfeo),
y Stefan cree que se ha inventado todo para que tengan que
intercambiar el pedrusco por su libertad. Nada más lejos de la
realidad: “¿Mi libertad? Eso es en lo que te equivocas,
Stefan. No quiero mi libertad porque cuando Klaus aparezca para
matarnos a todos y lo hará, yo estaré en la tumba, donde ningún
vampiro entrará porque no puede salir. Seré la zorra manipuladora y
psicótica más a salvo del pueblo”. Y el de atrás, que
arree.
No
obstante, los días pasan y más aburrida que una ostra, Katherine ha
pensado que lo mismo no la importa salir de la tumba y tirar millas a
cambio de la piedra lunar. Lógicamente, los hermanos no tienen
intención de dejarla irse y hablan con Bonnie para ver qué opciones
hay. Ella considera que rebajando la puerta acorazada transparente lo
suficiente, ellos pueden entrar, quitársela por estar más débil y
salir sin problemas. Aparte de tener las fuerzas mermadas por
deshidratación, lograrían ventaja adicional espolvoreando a
Katherine con cenizas de algún objeto suyo. Y automáticamente tanto
la bruja como el emo miran a Damon, que por haberse pasado 145 años
haciendo el canelo alguna baratija tendría que tener. Pues fíjate
tú por dónde, él no tiene nada y mira a su hermano, sí, ese que
dice no sé qué paridas de odios, arrancar corazones y matar. Stefan
saca la foto (yo la echaba de menos, hacía rato que no la veía) y
la da a regañadientes, que se aprecia que le costó desprenderse de
ella: “Lo encontré con sus cosas después de que pensara que
estaba muerta pero era suyo”. Suerte tiene de que Bonnie y
Jeremy tengan las neuronas justas para levantarse de la cama y no
pregunten qué leches hace todavía con la foto. A todo esto, Elena
queriéndose inmolar… ea, desperdiciando tramas a mansalva, aunque
con la escena delena del “modo me suda hasta la raja del
culo” puedo hacer medianamente la vista gorda.
Se
meten en la tumba para realizar el plan y resulta que el Gilbert
junior se adelantó por tener el anillo resucitador y si Katherine se
lo cargaba, volvería en unos periquetes. Qué ideas brillantes
tienen en esta familia, pero al menos, el chico tira la piedra fuera
antes de que la bitch le trinque. El asunto se complica porque Damon
se larga tras la llamada de Rose y Stefan solo no puede enfrentarse a
la Petrova, quien ha recuperado gran parte de su fuerza con la
carótida de Jeremy. Para apresurarles, le da otro bocado y entonces
Stefan le saca, quedándose encerrado él en la tumba. Eso era lo que
trataba Katherine de conseguir, que ya el pedrusco estaba fuera de su
alcance, así tenía posibilidad de pillar cacho algún siglo de
estos.
Elena
al conocer lo sucedido, corre a ver a Stefan pero Damon la impide
entrar y ella le reprocha que si no hubieran ido a por la moonstone,
no habría pasado nada. Durante la discusión, Stefan y Katherine
escuchan atentamente, el uno apoyado meditando sin mover un dedo
aunque fuera para salir hasta que Elena le viera y se calmara (pero
casi mejor que no interrumpiera por el careto que se le iba a poner),
y la otra dando palmas con las orejas por percibir que existen más
argumentos para trollear a Stefan. Cuando la Gilbert se retira
frustrada por no haber dejado a Damon más seco que la Pícara de
X-Men, Stefan habla con su hermano para que junto con Bonnie
desvincule el hechizo del pedrusco y de paso que evite a Elena
merodear por ahí, no sea que en una de estas que Katherine le meta
mano, él entre que se lo piensa y no, la otra se encuentre todo el
pastel. Y como no sabe cuándo podrá ser libre, le da la java de
promesas y últimas voluntades: “Prométemelo. No importa lo
que pase, la protegerás”. ¿Qué pasa, que si Damon no lo
prometía es porque no lo iba a hacer? Una tontería grandísima, no
le veo sentido, pero bah, sirve para que Stefan se haga el mártir
sacrificado que tiene que lidiar con una loca que se lo quiere
chascar, y en ese espacio tan reducido sin demasiados escondites, es
todo un reto. En realidad, Damon se queja de vicio, currar con una
renegada con espasmos nasales como Bonnie y pelearse con originales
que arrancan corazones como si fueran los pétalos de una margarita
es igual que un pleno al 15. Se despiden y Katherine suelta otra de
sus perlas: “Eso acaba de ser el error más grande que jamás
has cometido”. Para mí su error más grande fue
completar la transformación, y nunca es tarde si quiere enmendarlo
estacándose. La cosa es que tampoco podía hacer algo
estando secuestrado, tenía que aguantarse y capear el temporal si
salía a la superficie en uno año de estos. Y es absolutamente
consciente, de ahí su cara de “¿Te crees que no lo sé mejor
que tú?”.
En “By the light of the moon”, se preveía un buena ración tanto delena como stefarine. Resultó ser un capi mediocre aun teniendo parón de un mes por delante hasta el 2×12 y donde parece mentira que lo mejor del capi fuese el tyroline. Damon visita a su brother en las catacumbas para llevarle unos cuantos artilugios de supervivencia y una botellita de agua mineral algo espesa con sabor a fresa. Stefan la rechaza para que Katherine no se la pueda quitar y alimentarse también (excusas, en realidad es un gorrón porque sabe que ella no le dejaría morir de hambre). Continúan con lo de inutilizar el pedrusco y para no tener sorpresas de inmolamientos repentinos, Bonnie chapa a Elena en su casa.
Más
tarde, la Petrova comienza a increpar a Stefan, que está tumbado en
un cacho de cemento por ahí mal puesto (suerte que no padecen
dolores de espalda, pero vamos, el culo plano por las horas que pasan
allí no se lo quita nadie). Es por el tema de la comida, que cuánto
es el máximo tiempo que ha estado sin ingerir sangre y que como
consecuencia de esa falta, las venas se rozarán al disecarse
provocando un dolor inmenso en todo el cuerpo. Stefan contraataca:
“El placer de verte sufrir es mejor que cualquier dolor que
sentiré jamás” (así agradeces los piropos tan bonitos que
te dedica… obviamente estás en este mundo porque hay de todo).
Pasamos
a otra táctica, el despelote. Llevando varios días en ese vestido,
Katherine pide a Stefan que se lo quite y él pasando (eso es lo que
quiere que creamos). Entonces, ella se desviste y propone: “Estamos
aquí juntos. Por favor, puede que saquemos algo de ello”.
Mirándolo así, tampoco es mala idea, no tienen tele ni ordenador pa
bajarse nada, pues al tajo. Y que no se me haga este el mojigato, que
la está metiendo unos repasos… no si Elena no iba tan mal
encaminada cuando le dice a Bonnie que lo primerito que hay
que hacer es sacar a Stefan, sabe que la perra se lo pervierte en
cero coma. Llegamos a aquello que anticipé de las puyas
delenas a la vez que se acerca invadiendo su espacio vital:
“¿Realmente crees que Damon va a darse prisa para sacarte de
aquí? Tiene lo que quiere: a Elena”. Un razonamiento que
caería por su propio peso, con Stefan fuera de cobertura, Damon
podría montar su partido según le plazca, aunque si nos ponemos
estrictos, desde el 2×06 ellos no están juntos y tampoco es que
Elena lleve un cartel en la frente que ponga “Propiedad de
Stefan Salvatore: como la toquéis, sus rippeo”. Esta debe de
ser otra de las múltiples utopías que se fuman determinadas
personas para justificar sus afirmaciones de que el puñetazo que
Damon se llevó en el 3×12 es merecido y ahí ya Stefan se había
colmado de atrocidades varias, así que no puedo ni imaginarme lo que
hubiesen calumniado aquí.
No
obstante, el Salvatore es consciente de lo que trata la bitch y la
dice que pare con un tono de “No sigas, que verás”.
¿Que pare de echarse encima o que pare de soltar puyas? Ahora
enseguidita lo vemos: “Dado lo que sin duda está pasando ahí
fuera, diría que eres libre para hacer lo que quieras aquí. Nadie
lo sabrá nunca”. Katherine da por sentado que el delena es un
hecho, por lo tanto, quedarse a verlas venir es de corquis, y ni
corta ni perezosa besa a Stefan. En primera instancia, él gira la
cabeza a un lado (eso sí, le ha dado tiempo a catarla) pero a la
bitch entrada en faena no se la puede cortar el rollo y ni falta que
hace porque esta vez salen los botones y las camisetas volando y…
Stefan la empotra contra las piedras pa dejarla mirando pa Cuenca con
los ojos bizcos. Sí, leéis bien, Stefan, no Katherine, y sus
segundos de magreo explosivo que se marca el amigo ceñudo, la piel
se le quedó tersísima con esto. De repente, todo se viene
abajo al despertarse Stefan y ver que Katherine está a unos metros.
Bastante evidente era que se trataba de un sueño puesto que tal y
como estaba la situación, liarla de esa forma… no cuadraba mucho.
Sin embargo, a la orden de que se mantenga fuera de su cabeza (sí,
estate quieta pero el tío se despertó medio jadeando), la frase que
dice Katherine le dio un giro de 180º a lo que yo pensaba al
principio: “Quizás pueda pasar la eternidad aquí después de
todo”.
Vamos
a desgranarla. Nunca se ha explicado el funcionamiento de los sueños,
si son creados enteramente o en parte. Mi percepción por los que se
habían visto era: la persona que los provoca lo plantea como
si fuera una película y quien está soñando es un espectador,
es decir, en este caso, Katherine manipula todo para picar a Stefan.
Me encajaba con el anterior (2×04) donde las escenas delena le
podían rallar más si cabe de cara a lo que vendría. En ambas
ocasiones, el despertarse se debía a que al subconsciente las
visiones le chirriaban demasiado y saltaba la alarma. A la par, me
topé con otra perspectiva de la situación donde había gente que me
aseguraba que la reacción en el sueño de la persona que estaba
teniéndolo no era manipulada, osease, Katherine da el escenario y va
actuando dependiendo de lo que Stefan hace, pero él solito desfoga
su represión más que centenaria y lo de las alarmas funcionaría
igual que en la primera hipótesis. No fue fácil convencerme de lo
segundo, incluso a pesar de que igualmente yo veía algo por parte de
Stefan hacia ella, llegar a este despliegue de medios, pues tampoco
se encontraba entre mis especulaciones en ese momento. Fue bastante
determinante el ejemplo del sueño del 1×03 que Damon hace a Elena.
Ella estaba con Stefan y cuando este se quita la camisa y sale la
cara del hermano, la chica pega un grito que la oyen alto y claro en
la otra punta del país. Si el sueño entero corriera a cargo de
Damon, con lo puñetero que era en sus comienzos, los muelles del
somier acaban hechos trizas.
Como
colofón, tenemos esto que dice la perra y la verdad no sé por qué
no me di cuenta antes con lo que gusta desmenuzar. Si la primera
opción (sueño entero manipulado) fuese la correcta, no tendría
sentido que Katherine diga no tener prisa por marcharse de la tumba,
ya que Stefan la echa la peta y sería igual que antes, sin cambios
en su actitud hacia ella. Y sabemos de sobra que la Petrova mata una
bandada de pájaros de un solo tiro. Con la segunda (escenario +
reacción auténtica de quien sueña), coinciden perfectamente estas
palabras al demostrar que las “Amarguras, odios y flagelaciones
por Katherine Pierce” pueden olvidarse si esta se desnuda,
porque Stefan cuando quiere bien que sabe pasar por alto las cosas
(toda su vida, para empezar). En resumen, la escena me probó que el
chico está mucho peor de lo que pensaba, que la tiene unas
ganas locas y fe de ello es el pokemon que lleva dentro deseando
evolucionar en ese cuerpo de osito. Y mientras la little
princess siendo trolleada por Damon y Jeremy, qué awesome.
—–
Lo
que relataré ahora es la escena eliminada que vendría entre
medias de los dos momentos stefarine del capi. Sé que al no
estar incluida en el metraje final (me juego el cuello a que fue cosa
del ogro rubio) tampoco puede considerarse como parte de la
invo-evolución, pero es tan buena que merece tener un hueco.
¿A
que os estáis acordando de la familia de los de la serie? Genial,
eso hice yo cuando la vi el verano pasado. De todas las que había,
esta y la tyroline eran las más largas, aunque viendo lo que han
mierdeao ese shipper hasta degenerar en juntar a Caroline con Klaus,
casi que podrían haberles omitido absolutamente. Vayamos al tema.
Stefan
corrobora la segunda teoría del sueño porque sino no encajaría que
intentara explicarse con “Sabes, fue un… fue un momento. Sólo
un momento, cuando pensé que las cosas podrían ser diferentes”.
Ais, que te han pillado en calzones y tratas de hacer como si nada,
me pregunto qué diría Elena sobre esto, dudo que volviera a colar
lo de la táctica de la adopción del 1×11, cambiado esta vez a…
no sé, a que el tito John tiene otra hija por ahí perdida. Pues
eso, que dice que le dio un flus con algo relacionado con cosas
diferentes, que desde luego ni flower a qué se estaba refiriendo,
Katherine no había hecho más que poner en jaque todos para salirse
con la suya. Y en cuando a lo delena… no tendría nada que ver el
que llegase a pasar para darse el stefarine, que Elena y Damon estén
juntos no deshace las maldades de la bitch y que Stefan formatee su
supuesto odio pero posiblemente lo de las quedarse a dos velas no sea
lo suyo así que se buscaría encame.
Katherine
se sorprende con la afirmación y aún más al admitir Stefan:
“Tienes razón. Te quise. Y era real. Verás, estaba basado en
la confianza”. Entendíamos con lo de que sus sentimientos se
convirtieron en odio que aceptaba haberse enamorado, aunque con este
chico nunca te puedes fiar, you know, la demencia. Va, lo ha
reconocido, hemos avanzado mínimamente, ya no toca hasta dentro de
25 años. Sobre lo relativo a la confianza, que debe ser que para él
es muy importante si no primordial en una relación, tengo que
desenmascarar otra falacia elefan: “Stefan, aparentas confiar
en Elena pero realmente NO confías en ella”. ¿En qué me
baso? Podría hacer una lista extensa, pero con un par de puntos me
basta y me sobra. No niego que nunca haya confiado, por supuesto que
no, allá por los inicios de la serie cuando Damon era un cacho
pedazo de perraco. La plasta se le puso a Stefan debajo del culo en
“Fool me once” al contemplar el abrazo que Elena
le dio a Damon estando ahí cual poste de teléfono (si el doño se
hubiera portado, su novia no tendría que ejercer su papel y tal).
¿Qué tendrá que ver que ella simplemente hiciera lo que alguien
con una pizca de empatía y humanidad haría tras presenciar que
Katherine se ha mofado estos años con que vaya a pasar nada? Lo
curioso es que aquí se emparanoia y cuando en el 2×03 al despedirse
para ir a la universidad de Isobel a investigar, Elena le absorbe
hasta la laringe delante de Damon se queda más ancho que largo, todo
feliz pensando en cuánto le quiere su chica. Es Stefan, las
incoherencias son parte de su ID. Más tarde, recordamos que estaba
resquemorado con Damon por coscarse de que le molaba Elena, que vale,
es lógico que no baile la conga. Habla con él y sabemos la charla
no cumplió su cometido por lo de la finale de la 1. Con la movida de
Katherine en el pueblo, decide posponer otro sermón para enfrentarse
a la chunga. Debido al rompimiento de cuello del emo, cualquier
posibilidad de delena se esfumaba durante un buen tiempo, así que
vivía desahogadamente. Sin embargo, dije en el 2×09 lo que le rondó
a Stefan por la cabeza cuando Caroline le juró y le perjuró que
Elena estaba a salvo puesto que no la habría dejado sola sin estar
completamente segura. Con el gesto encogío y tono resignado,
preguntó afirmando: “Está con Damon, ¿no?”, y la
rubia no comprendía a qué venía aquello. Esta no se enteraba de la
misa la mitad, así le pasa, que la han metido con un gay. Sus
argumentos y zumbadas tendría Stefan para montarse la película,
porque encima no lo pregunta de forma normal, sino triste a lo
calimero, y eso de toda la vida se ha llamado DESCONFIANZA.
Es la explicación a que en las numerosas ocasiones en las que el
temita de marras ha salido a relucir en conversaciones stelenas (a
puntualizar que siempre lo sacaba Elena por el geto de sauce llorón
que se gastaba él o por algo importante que había ocurrido), Stefan
hablaba en monosílabos y asentía a todo mientras pensaba “sí,
lo que tú digas pero vais a tener más que palabras”. No
vamos a porfiar sobre si Elena contaba la verdad o no, obviamente era
cierto, únicamente le faltaban algunos matices tales como el rollo
ese raro de que Damon cada 2×3 esté en su habitación como Pedro
por su casa haciendo inventario de la ropa interior, lo
superchupiguay que se lo pasó de chupitos en Atlanta con él, o que
en el momento en que Stefan retenía a Amber en el parking para
revisarle el cuello, a ella se le removió todo su sistema de
creencias en menos de 2 min y a partir de ahí fue imposible
disimular que la entran los temblores cada vez que Damon se acerca.
Detallitos así sueltos, para tener de fondo mental. La cuestión es
que Stefan si por sus inseguridades habla con su hermano, dos veces,
y ve que no se producen cambios, debería comentárselo a Elena, para
que sea ella la que corte el asunto, bien fuese siendo franca con
Damon y si eso no funciona, se toman medidas contundentes. El que
Stefan hiciera eso no significa que la acuse en plan “a ver que
haces, que esto pasa de castaño a oscuro”, solamente es
exponer una situación que le preocupa e incomoda para encontrar la
mejor solución. Elena es alguien medianamente razonable que lo
entendería, no es una bruja obcecada como Bonnie, que se zumbaría y
le trollearía con la migraña por pensar que duda de ella. Pero
Stefan se traga sus carcomes no vaya a ser que la Gilbert se perturbe
levemente por creer lo que no es y tengamos un disgusto por los
problemas cardiacos que tiene, que el médico la recomendó una vida
sin sobresaltos. Lógicamente, si se calla con Elena por algún sitio
explota y es donde Damon se come todo el avinagramiento de
calzonazos. Así que esto de la confianza… es como la verdad,
Stefan la contempla de lejos por si se le pegan las malas fibras. No
hay más que ver su reacción en cuanto Katherine dijo que en esos
momentos los amantes de Teruel no estarían perdiendo el tiempo, la
empotró contra las rocas, que btw, yo quedé todo shockeada con ese
Stefan, estaba acostumbrada al cachorrillo de Scottex y me costaba
imaginármelo tan… toro de Osborne.
La
conversación continúa con que ella le dice que confió fácilmente
(hombre, lo que menos se iba a esperar es que fueses una colmillera
que va dando tumbos por la vida huyendo de un julandrón
esquizofrénico y que te estuvieses trajinando a Damon), pero Stefan
tras la espantada… se decepcionó y esa brecha les divide (está
claro que no lo suficiente porque seguía con la foto hasta
que no le quedó más remedio que usarla). Ahora con la
cantidad de fechorías a sus espaldas, él no quiere saber nada (a no
ser que sea para sacar tajada o changarla un ratito). Katherine se
justifica: “El amor hace que cometas locuras, Stefan”,
frase que salía en el final de la promo, suprimida igual que “It’s
ok to love them both” de la plasta de Rose en el siguiente
capítulo, aunque a unas malas salió en la finale.
Respecto
a esto que dice aquí la perra, locuras es un eufemismo demasiado
gratuito para definir sus actos que, visto lo visto, lo más light
fue que estuviera con los dos Salvatore a la vez. Ese concepto
abstracto que tiene del amor hace que Stefan la pregunte que qué
significa para ella y su contestación es: “No rendirse nunca.
Significa esperar. Incluso si tienes que esperar toda la vida. Y lo
haré. Stefan, esperaré para siempre… todo lo que necesito es un
poco de esperanza”. Pues si no tienes prisa, no malmetas, te
esperas a que casque Elena y osito para ti entero, o a lo sumo,
cuando ella le pegue la patada pa pirarse con Damon o tener
churumbeles en un Chrysler Voyager. Nah, con el gustillo que le ha
cogido esta a trollear el elefan, (coincido en que es
desternillante), lo más que puede esperar es si se entretiene por el
camino con Damon, que lo tiene pendiente en su agenda bitchesca.
Habiendo sido durante 500 años de la filosofía de “yo, luego yo y
después yo”, en un abrir y cerrar de ojos no va a reconvertirse en
alguien medianamente normal por muy trancada que esté. Bastante se
ablanda ya por las caras de torrija que está poniendo, algo que no
deja de descuadrarme por más veces que lo vea y también la voluntad
que le echa al tema: “Esperanza para que quizás… si cambio,
si puedo probarte que vale la pena amarme. Quizás algún día, seré
esa chica para ti otra vez”. Estoy en un momento de mi vida en
el que en lugar de dudar de que Katherine valga la pena o no, que
sería normal, de lo que estoy segura al 100% es que Stefan no la
vale, su humanidad es su hermano y echa pestes de él haga lo que
haga. ¿Qué puedo esperar para con los demás? Mira que la Petrova
me cayó como una patada en el culo por la cantidad de manipulaciones
y zorreos que se marcó, añadiéndose las marranadas de cuando llegó
al pueblo actualmente. La tenía entre ceja y ceja aguardando el
momento en que me la quitase de en medio, pero entre chunguez
y chunguez tenía algún desfase bueno y verdades que contar.
Más adelante, colabora por interés mutuo y ahora se la pasa metida
en vete a saber qué sitio (para mí que está en un spa dándose
masajes) hasta que la dé por venir y cascar o volverse a largar.
Sinceramente, la tía me da bastante lo mismo, pero Stefan me
ha decepcionado tantísimo con sus 20.000 versiones de las cosas que
veo difícil en lo que queda de serie que se redima conmigo.
Si no me falla la memoria, el único aspecto de su personaje que no
han mancillado es en lo referente a Caroline, que no sé que es
peor, si eso o borrarlo como si nunca hubiera existido y la
rubia haya sobrevivido por ciencia infusa.
Total,
que tras esta declaración de Katherine, Stefan otra vez con la
técnica del arrimismo con la mano en la cara, aunque en estos 4
muros de piedra no parezca tener utilidad… ¿o es que se le cae un
trozo más de su bloque de “odio”? Enseguida lo comprobamos, pero
hago hincapié en el geto de ternera degollada de la mujer esta
porque quiero mandarla un mensaje a pesar de que no tenga sentido,
pero me quedaré la mar de a gusto: “¡¡¡NO TE CONFORMES
CON STEFAN!!!”. Vale, ahora corramos un tupido velo y
centrémonos en que esto es para defender al Stefarine.
Pues lo que decía, que no parece tener utilidad pero la tiene. Acto
seguido, la gira, la tira contra la pared (correspondiendo al
guarrazo que se da la doble de Nina en los bloopers) y comienza a
ahogarla. WTF?????? Se trata de otro sueño porque Katherine
despierta tosiendo y finalmente, el Salvatore dice: “Quédate
fuera de mis sueños, y yo me quedaré fuera de los tuyos”.
Ahora
bien, ¿a qué venía esto? Mi teoría es que Stefan sabe que el
sueño de Katherine le pone en evidencia e intenta hacer como que
realmente ella le es indiferente y no cambia nada de lo que siente.
Pero hay un refrán muy majo que dice: “No hay mayor desprecio
que no hacer aprecio”, es decir, tú a tu bola y verás lo que
la fastidia, vamos, que si la pica el ego cuando se lo hace Damon,
aquí ni te cuento. Bah, es superior a él hacerse el pasota, además
que por mucho trolleo durmiente que haga, el de Katherine siempre irá
primero. Y otra cosa es sobre lo de “incapable of love” que
Stefan afirmó en el final del 2×04. Ha decidido creerse lo que ella
le juró y perjuró aunque sea un poco para poder vengarse atacando a
la debilidad que siente por él, interés total según las
circunstancias que sean, o quizás sí lo creyó una vez que
Katherine le derribó uno a uno sus razonamientos pero para que Elena
no comenzase a cavilar más de lo debido y descubrir la verdad,
mintió by the face. Yo ahí lo dejo.
—–
En
la segunda escena real del capi, sin manipulaciones ni sorpresas,
Stefan le implanta la ley del silencio a Katherine (a buenas horas,
mangas verdes). Aburrida de intentar sacar palique, le pregunta que
si es que no van a hablar de nada. Entonces él sale con lo que nos
ha vendido toda la serie: “Podríamos hablar de cómo lamentas
todo lo que has hecho para hacer mi vida miserable”. ¿Ves que
te mola eso de que se arrastre y te diga cosas guays? Si lo sabía
yo, y a Elena se lo pegaste para que a su vez toque las narices a tu
brother. Bueno, en cuanto a lo que dice, pues vale, es verdad que por
culpa de Katherine se vio dentro de una movida de 3 pares de narices
pero también cada uno debe responsabilizarse de sus acciones y él
prefirió ir por la calle de en medio, que si no es por Lexi la
población americana llevaría una recesión del copón en lo
referente al crecimiento de población. No obstante, no ha sido el
único que ha sufrido las consecuencias del perreo, Damon también se
ha llevado su buena ración, que por lo menos en el mejor de los
casos a Stefan le quiere y de él se cachondea lo que le da la gana,
así que una mencioncilla no le mataría. En fin, no sigo porque me
sulfuro…
La
Petrova no se arrepiente de las barbaridades cometidas que han sido
por auto-preservarse, (por su geto en la finale cuando Klaus narra
las peripecias del rippah en 1917, debieron no ser tan
espeluznantes). Y por si no lo hubiera dicho ya: “He hecho
cosas terribles. Lo sé, pero te quiero, Stefan. Incluso si no te lo
crees”. Yo que tú ni me molestaría más porque no está el
panorama para despreciar saliva, con la crisis que hay. “¿Quieres
que te crea?”, justo lo que digo de la crisis, y además este
es un encefalograma plano. “Demuéstramelo. Pruébame que hay
algo dentro de ti que en realidad merezca la pena”. Así en
primera instancia cuando le oí, pensé “Chico, esta se te tira
encima y vas a ver tú lo que es bueno”. No llevo la cuenta de
las incoherencias que acumula, simplemente me limito a describirlas
que tardo menos, y otra vez se las da de buen samaritano perdonavidas
con el fin de que Katherine raje información importante,
y para conseguirlo es mejor comer la oreja que echarla un saco de
estiércol verbal. O tenemos la alternativa que existe de (quoteando
a Caroline en el 3×04): “No matter what she says or what she
does, Katherine’s got under your skin”, por lo que le es
imposible cerrar totalmente la puerta a la redención a pesar de lo
que líe. Y a esto quiero meter a colación algo que me dijo una vez
alguien, elefan obviamente, que Stefan es la Madre Teresa de Calcuta,
aunque seas una mezcla de Hitler, Stalin y Mussolini, él está
dispuesto a regalar oportunidades como si fueran los Smint que te dan
en el Foster’s Hollywood cuando pagas la cuenta. De eso nada,
monadas, me lo creo lo mismo que la utopía skater después del final
de la serie. Nadie hace eso, porque o es más tonto que Pichote o su
carrera como odiador es más corta que las mangas de un chaleco.
Maestra
en el arte del camelismo, Katherine cree que le está pagando con su
misma moneda de salirse con la suya, pero Stefan ni afirma ni
desmiente (esto estaría bien si no fuera patético con sus
incongruencias). No obstante, ella quiere un voto de
confianza y da la pista de que para encontrar a Klaus y
salvar a Elena debe hablar con la suegra que deja a Paco Lobatón a
la altura del betún (tampoco es tan complicado, me suena recordar
que raro era el programa en el que encontraban a quien buscaban).
Oyen
un ruido y ambos se dirigen a la salida, topándose con Elijah, que
venía de acordar un trato con Elena a cambio de su colaboración
para sacar al jula de su madriguera. Katherine se queda todo
petrificada ya que cree que este hombre desea darle caza por lo que
pasó en tiempos de Colón, sin embargo él pasa bastante de eso y
únicamente está ahí para dar la noticia a Stefan de que puede
salir por la petición de la Gilbert. En ese momento, se te pone una
cara de “¿Para eso tanto bombo y platillo con el encierro y
promo despelotada?”. Pues sí, recordemos lo de que la vida es
injusta cada vez que sucedan chascos así, aunque no sirva de mucho.
Stefan sale y como el cerrojo se ha abierto, Katherine mete el turbo
pero te pega una leche con el cristal limpísimo que hay en la
entrada. Elijah la hipnotiza para que se mantenga quietecita hasta
que Klaus la venga a rescatar para llevarla al matadero, y le dice al
Salvatore que mientras Elena cumpla su parte del trato, él hará lo
propio con la suya (no te preocupes, que eso de inmolarse la da un
morbo…). Se va y entonces la perra le pide a Stefan que no permita
que la deje ahí (tampoco sé cómo iba a conseguir forzar a Elijah
de cambiar de opinión y seguro que sus comidas de oreja no surtirían
efecto). De todas formas, ni siquiera tiene la intención de mover un
dedo y tras un “Adiós, Katherine” de lo más impasible,
se va. En su día, yo pensaba que no lo haría, y me alegré que la
dejara con los crespos hechos, que en teoría la bitch tendría que
atenerse a las consecuencias de sus fechorías y de paso Stefan se
hacía más el arisco para que en el futuro ella siguiera con su
repertorio de sentimentalismos.
Según
dije al comienzo de este capi, fue decepcionante para tratarse de una
midseason y aún tenemos los minutos finales para terminar de
mierdearlo: el rosemon y el stelena. Lo primero, sacada de la manga
para que la Cohan pillara cacho (menos mal que muere en el siguiente)
y lo segundo, pues ni sé qué razón tendrían, porque si Elena
decía que no volvería con Stefan hasta que su gente dejara de estar
en peligro, la charla con Elijah no era precisamente sinónimo de que
eso ocurriera pronto. Puede que fuese el que como se vendería para
el sofrito en 3 o 4 telediarios, no importaba demasiado si lo que le
quedaba de vida se la pasaba con el osito amoroso. Y él, entre que
llevaba su tiempo a dos velas y para colmo venía entonado de la
tumba… no pidamos más.
Tras
el parón, la serie retornó con calma (tanta que menuda sobaera, la
única acción que hubo fueron los sprints de Elena por la mansión
huyendo del poltergeist de Rose). Lo que recuerdo es un dato que no
aporta gran cosa pero me resultó curioso. Al día siguiente de la
vuelta del elefan, Elena está terminándose de arreglar y mezcla en
un vaso verbena con agua (previsora por si la mangaban el colgante,
lo perdía o no le salía del pie ponérselo como sucede ahora). No
se bebe todo, dejando el típico culín del fondo, que es lo que peor
sabe siempre, a Stefan. Y es que él ha decidido ingerir diariamente
pequeñas cantidades para lograr ser inmune. Esto nos suena, ¿verdad?
Se termina el brebaje, que debe suponer para nosotros una especie de
orujo de hierbas a las 7 de la mañana con el estómago vacío que te
reverbera todo lo malo, y Elena le dice que no tiene que hacerlo
solamente porque lo haga Katherine, y aunque es una buena idea para
resistir compulsiones de originales o aguantar ataques fortuitos, a
mí me chirrió el hecho en sí, que de la nada le diera por coger
hábitos de la perra, pero bah, si también ha usado las
manipulaciones con todo lo que despotrica sobre ello… así que esto
ni cuenta.
Pasamos
a “Daddy issues”. Aquí lo que hay que recordar,
a pesar de que técnicamente no es stefarine pero estará relacionado
en los próximos capis, es la visita nocturna del manco Gilbert a
Katherine en la tumba. Volvió por la llamada que Stefan hizo a
Isobel con lo de encontrar a Klaus y alega que su motivación es
salvar a su hija del tinglado del sacrificio. Claro, esta reunión
podría ponera John en duda puesto que la Petrova vende hasta las
bragas que lleva con tal de salir airosa, y sabemos que tenía
pensado entregar a medio pueblo, aunque por otro lado el papaíto sí
quiso cargarse a los Salvatore en la finale de la 1 por el bien de
Elena, total que ni guarra. Tengo que decir que yo esperaba que quien
iba a ver a Katherine fuese Stefan, con la excusa de herniarse y
agradecer la pista que le dio, aprovechando que su novia estaba
entretenida con eso que se le olvida porrón de veces, comportarse
como una amiga. Mira que estaba bien el steroline, sobre todo cuando
Carol se cachondea por lo de “Siempre estás serio”. Qué
asquerosos estos productores, eliminar esto y rellenarlo con los
traumas de la drag queen klausiana, que hoy he sabido otra de las
espinas clavadas es de cuando su papa le mató al caballo de un
espadazo. ¿No será que le pilló poniéndose y se cargó al camello
que se lo pasaba?
En el 14 y 15 nothing de nothing, pero en el segundo tenemos un par de escenas de Damon y Katherine que enlazan con algo vital del 16. Durante el plan de matar a Elijah, para no tener ningún contratiempo, Damon quiere asegurarse de que es posible asesinarlo con la daga y las cenizas de roble blanco que le dio John y ella intenta convencerle de que no lo haga para que no se quede encerrada forever and ever, ya que el compelling tenía que ser levantado por la persona que lo impuso, y si Elijah estaba en un sueño profundo, era bien difícil. Promete ayudar a proteger a Elena o lo que sea con tal de que la saquen de allí. Claro, que se quede pudriéndose en esa mugrosidad de choza, a Damon le importa lo mismo que a un cani la tasa de desempleo nacional. Al acabar su estrategia y dagar al original por segunda vez, Damon vuelve a casa y al entrar al baño cree que Andie se está duchando. Pues no, era Katherine quitándose la mierda del siglo que la pidas (seguro que le gastó todo el champú y el gel, la muy gocha). El hombre se queda aluciando y ella se gira tan pancha pidiéndole un albornoz y explicándole que sabía que si le rogaba que no matase a Elijah, lo acabaría haciendo, y que las reglas son que la obligación desaparece una vez muere quien la dicta. Sin embargo, ha cumplido su palabra de no coger las de Villadiego ni las margaritas en una isla por ahí perdida (esto es lo que desarrollaremos en el 16 porque ni por asomo se ha quedado por las buenas).
En el 14 y 15 nothing de nothing, pero en el segundo tenemos un par de escenas de Damon y Katherine que enlazan con algo vital del 16. Durante el plan de matar a Elijah, para no tener ningún contratiempo, Damon quiere asegurarse de que es posible asesinarlo con la daga y las cenizas de roble blanco que le dio John y ella intenta convencerle de que no lo haga para que no se quede encerrada forever and ever, ya que el compelling tenía que ser levantado por la persona que lo impuso, y si Elijah estaba en un sueño profundo, era bien difícil. Promete ayudar a proteger a Elena o lo que sea con tal de que la saquen de allí. Claro, que se quede pudriéndose en esa mugrosidad de choza, a Damon le importa lo mismo que a un cani la tasa de desempleo nacional. Al acabar su estrategia y dagar al original por segunda vez, Damon vuelve a casa y al entrar al baño cree que Andie se está duchando. Pues no, era Katherine quitándose la mierda del siglo que la pidas (seguro que le gastó todo el champú y el gel, la muy gocha). El hombre se queda aluciando y ella se gira tan pancha pidiéndole un albornoz y explicándole que sabía que si le rogaba que no matase a Elijah, lo acabaría haciendo, y que las reglas son que la obligación desaparece una vez muere quien la dicta. Sin embargo, ha cumplido su palabra de no coger las de Villadiego ni las margaritas en una isla por ahí perdida (esto es lo que desarrollaremos en el 16 porque ni por asomo se ha quedado por las buenas).
Comenzamos
“The house guest” con lo que se supone que habría sido
el finde en la casa del lago pero que gracias a la pared hueca con
los diarios de Jonathan Gilbert se fue a la mierda, así que Stefan
hace caso omiso de que Elena le diga que llegan tarde a clase (con
series así no me sorprende el absentismo escolar). Damon está en el
salón leyendo uno de los libros estos nuevos y Elena baja, le saluda
y termina de ponerse el abrigo. Un presentimiento le da a Damon la
idea de que Katherine está jugando al “¿Quién es quién?”
y se abalanza sobre ella, que la dijo que se fuera y por mucho que
lleve puesta la ropa de Elena la ha calado. Entonces, la chica no
entiende que crea en la posibilidad de que sea Katherine ya que sigue
en las catacumbas, y Damon la suelta por si se ha equivocado otra vez
y realmente es Elena. A la velocidad del rayo, Stefan llega
preguntando qué pasa y como tiene toda la pinta de que esta es la
humana, la que está en su dormitorio es la bitch y se lo hace en los
pantalones por no haberse coscado en todita la noche del cambio. Sube
que se las pela y la arrincona: “¿Cómo pudiste hacer esto?”.
Yo creo que tras la cantidad de esquivamientos que habrá hecho estos
145 años para que no os enterarais que vivía, es pan comido. Además
que ya la coló en el 2×04, simplemente ha afinado la táctica. Pero
ella se queja de que le está haciendo daño y él no se lo cree,
para finalmente oír una voz por detrás que dice: “¿Parar
qué? Está siendo realmente fácil ser tú”. Vamos, que Damon
acertó en el salón aunque Katherine logró confundirle y
Stefan ya no distingue entre su novia y una tía que hace casi siglo
y medio que no se chasca. Me parece que tiene un serio
problema.
Elena
no la quiere rondando por esos lares y ordena a los Salvatore que la
saquen a la de ya (you know, the Petrova fire in action), pero
Katherine les hace ver la utilidad que puede tener de cara a Klaus
porque le conoce y quiere colaborar para matarlo, así que aceptan
que se quede aunque no les haga gracia. Elena está con el morro
torcío debido a la presencia de su antecesora y no le congratula ni
un pelo que la dé por manipular a los hermanos (para eso está
ella). Stefan dice que también quiere que se vaya pero en el asunto
de Klaus es la única que tiene experiencia. Venga, y voy yo y me lo
creo, si se va ¿quién te iba a echar a ti flores y crearte esos
sueños tan guachis? No te hagas tanto el estrecho, que no nos
engañas. Crees tú que durante la estancia de la bitch, Stefan se
mudará a casa de la parienta con lo que aterrador que es el
pensamiento de que ambos estén bajo el mismo techo, pero casualmente
esa noche Elena ha quedado con sus amigas para contarse las penas.
Deduzco que quizás no le asusta tanto porque si hiciera falta,
Stefan podría unirse a ellas, total es una más.
En
el sótano, Damon broncea con un lanzallamas a Elijah para recuperar
la daga cuando le convierta en cenizas. Katherine le dice que es
imposible chamuscar a un original y ante la pregunta de si sabía el
plan para matarle por qué no advirtió que él moriría, se hace la
sueca un par de veces. Vamos, la muy asquerosa no tiene bastante con
trollearle que para colmo si Damon era el sacrificio que la cueva
exigía para salir, así sea. Lo maquilla con la baza de que hay
muchas reglas, todo es un lío pero que de verdad de la buena se
queda por arrimar el culo para aniquilar a Klaus. Justo antes de irse
confiesa que lo sabía, aunque no le importaba quien pagara el precio
y para no perder la costumbre, los platos rotos para el mismo.
Al
rato, Damon está organizando los diarios Gilbert y Katherine se
acerca aburridísima a gipiar lo que está haciendo. La única ayuda
que puede dar es si conoce el lugar donde las 100 brujas murieron
siglos atrás y va a ser que no lo sabe, aunque Emily la habló de
que al morir liberan energía. Información a tener en cuenta porque
Elijah quería saber dónde fue la masacre. Percibiendo la presencia
de Stefan, Damon le pregunta por los Martin y a Katherine se le marca
una sonrisa de disfuncional perdida cuando le ve apoyado en el quicio
de la puerta. “¿No se ha ido o muerto todavía?”, le
dice a su hermano refiriéndose a ella. Esos modales, ceñito, que
hay que ser hospitalario con las okupas que uno tiene en casa, que
para más inri, siempre son ex-novias tuyas.
Más
tarde, el Merlin mayor manda al hijo en un viaje de estos
extracorpóreo a la mansión para que desdague al original, y
mientras Katherine coge de la nevera una bolsa, tiene malas
vibraciones. De repente, ve que la daga está saliéndose del cadáver
y se lanza en plancha. El Merlinito tiene menos fuerza y su padre le
dice que esa no puede ser Elena sino Katherine, así que estaca al
canto. Eso hace y entonces ella grita llamando a Damon (todas hacen
lo mismo ante el peligro), quien fumiga a Luka con el lanzallamas y
Stefan que aparece después, como siempre, se va directo al
apartamento de ellos para terminar con una jaqueca bestial nada más
abrir la puerta con un palo (y digo yo, ¿no conoce el método de
patadón en la puerta?).
Recuperándose
en el sofá se encuentra la bitch, y Damon le trae una bolsa para que
le cicatrice la herida, acompañada de otro estacazo por callarse que
habría muerto al matar a Elijah. Qué grande es. Con la geta que le
caracteriza, la perra le reprocha que le trate de esa forma cuando
está intentando ayudar, y por one moment jugaremos a que la creemos.
Damon pide que empiece a soltar prenda y ella advierte que no le
gustará. El tema es el complot de los padres de Elena, que siguen
empeñados en borrar a lo hermanos del mapa y John en concreto
ofreció a Katherine un trato al saber que con Elijah muerto, estaría
libre de la tumba. A cambio de su libertad, ella tendría que apencar
en la causa contra Klaus o de lo contrario, el manco mataba a Stefan.
Hasta ahí bien, salvo por el pequeño detalle de que si ella era
liberada del compelling es porque previamente Damon llevó a cabo su
plan, muriendo igualmente. En cristiano, a esta tía no la tiembla el
pulso si tiene que mandar a Damon pal tacho aunque no se arriesga a
que un tontolaba como el odioso de la mano falsa le haga un rasguño
a Stefan. Ya sabemos la cantinela de “Osito forever and ever”
y Damon que se las ventile, pero ser capaz de quitarlo del panorama…
una sobrada hasta para ella. Además, esa amenaza chorra de John se
iría a la mierda si según sale de la tumba, le hace una visita de
mensaje coreano lostiano sin devolución, y no hay necesidad de echar
más fango a Damon revolviendo la porquería. Cierto es que no vimos
el acuerdo, si el padre puso la opción de salvar a uno de los dos
con lo que corriendo apostó por Stefan o la propia Katherine lo
expuso para convencer a John de que Stefan no sería problema puesto
que ella se encargaría de sacarlo de la vida de su hija, y Damon el
chivo expiatorio. En el supuesto de que el trato partiese de él, hay
que reconocerle que fue lo suficientemente listo como para saber que
la Petrova cumpliría con su palabra de quedarse por salvar a Stefan,
cosa que Isobel siendo amiguísima suya, me temo que ignoraba
completamente este aspecto. Damon no es que se sorprenda porque elija
a Stefan, está curado de espanto a estas alturas, pero lo dicho, que
hablamos de morir definitivamente… un poquito de por favor. Bah, no
se le pueden pedir peras al olmo, que encima tiene la desfachatez de
decir que el que quería oír la verdad era Damon. Si cuando le
preguntó antes en el sótano hubiera echado cremallera como hace con
las alucinaciones de la tumba, él no insistiría y nos habríamos
ahorrado un trozo de toda la montaña de mierda que le cae.
Stefan
avisa a Elena para que salga del Grill y el chungo Martin se presenta
con aires de Terminator escaneando a la gente para buscarla. Damon
también va para allá y Katherine quiere acompañarle, recibiendo
una negativa después de su muestra de aprecio. No obstante, ella
tiene idea de qué pueden hacer para arreglarlo así que con el jaleo
que se estaba montando en el restaurante por los apagones y ráfagas
de fuego, pegan el cambiazo y tras Carol sacar a Elena, Stefan y
Katherine se aproximan a una distancia prudencial del brujo para
impedir que continúe destrozando el mobiliario. Estoy segura de que
era la Petrova porque si justo hablaban de llevarse a Elena de allí,
no tiene sentido esta jugada con el Jonas, que podría atraparla sin
problemas por dejar a Stefan con los aneurismas. Sin embargo, a
Katherine no le afectan y entonces el Salvatore simplemente espera
que muerda el anzuelo yendo hacia ellos. Mala suerte porque al hombre
este le ha molado el rollo pirómano y prende la barra entera. Acto
reflejo de Stefan: agarra a Katherine como para apartarla del fuego
atrayéndola hacia sí mismo. Si él no supiera el intercambio, está
excusado en creer que era Elena, pero no no, estaba al corriente. Más
cosas que se van sumando a la lista y concordando con la frase del
3×04: “Happy to know you still care”. Con un triple
salto mortal, Caroline se tira encima del brujo mientras la parejita
corre que se las pela agarraditos de la mano, qué cucos ellos.
Bonnie
y Jeremy están en casa cuando llegan. Katherine se sube al piso de
arriba y Stefan les cuenta lo sucedido. En el baño, hace como que se
lava las manos y el Martin está detrás preparado para trincarla y
cuando ve que la cara de ella cambia… “Houston, tenemos un
problema” que se traduce en jaletazo en el cuello. Adiós muy
buenas. Stefan y Bonnie son los que contemplan el cuerpo “inerte”
y él tiene una expresión extraña, entre como si nunca hubiera
visto a la perra sacar los colmillos y cagarse por saber que tendrá
que agradecérselo. La Bennet se acerca al que pudo ser su suegro,
que igual que en las pelis, se levanta dando un susto de muerte y
coge su cabeza. Lástima que no se la estruje, sino que le devuelve
los poderes. Stefan lo remata partiéndole el cuello. Nuevo team
Badass.
Abajo
se encuentran Elena y Damon, que ni sabemos de dónde han salido.
Regodeándose en su éxito está Katherine pero ya se encarga su
tataratataratataranieta de bajarle el ego sin siquiera darle las
gracias y brillito que la tita Jenna viene en nada. Tampoco es que le
sorprenda y de paso comparte el mismo sentimiento de revenimiento
hacia su persona aunque no le queda otra que aguantarla por la
derrota de Klaus, así que no es ninguna amenaza, que se lo vayan
creyendo. Claro, la nota a pie de página del trato con John nos la
guardamos, aparte del camino a casa de estos tres donde Katherine
seguiría dando por saco para que la reconozcan algo y Damon con
ganas de hacerle tragarse el volante.
Casi
terminando el capi, tenemos la escena magistral de Damon
rechazando a Katherine, que mucho Stefan pero el picardías
y la bata de seda no los ve ni en pintura. Esta me pierde el norte
también demasiado, con su lista de cosas por hacer desde que vino al
pueblo. En las que ya están hechas, pone un , por ejemplo: “Trollear
a Stefan y explicarle la diferencia entre realidad y utopía”.
Luego tiene otras que le faltan, véase “El nuevo Damon me
encanta, tengo que chascármelo antes que la siesa de mi doble”.
Contenta me tiene todo el mundo.
La
reaparición de Isobel pone patas arriba al clan, y otra que se
apunta al carro de “Soy lo peor, pero mi hija me importa”.
Junto a John, intenta en vano convencer a Elena de que evitarán que
Klaus la pille. Tenía razón en sospechar la chica de su madre
porque vemos que se reúne con Katherine para decirla que si entrega
la piedra lunar y a la doble, Klaus la perdonará. A la perra se le
hacen los ojos chiripitas y creyendo que Bonnie sigue sin poderes,
chaqueterismo al poder que los tiempos están chungos. Y de nuevo los
secretitos: si bien Katherine se calla el tema de Stefan, Isobel hace
lo mismo en cuanto a su hija, puesto que da a entender que está
dispuesta a entregarla para el sofrito a favor de su amiga. ¿Qué
pasa con lo de la finale de la 1 sobre que quiso matar a los
Salvatore? Lo descubrimos con el witch klausiano: fue obligada a
engañar a Katherine para que esta fuese capturada con la moonstone
encima. De ahí que Isobel tramara la triquiñuela de llevarse a
Elena en la entrega del cheque para una fundación y quedar más
tarde con Katherine en el piso franco hipotecado, sólo que nunca
llegó precisamente por las órdenes que Klaus la dio. La traición
le costó cara, y ya sé de sobra lo de salvar su culo, pero entre
pitos y flautas, Stefan no la perdonaría ni muerta de verdad, porque
acaba de afirmar que no era una amenaza y zas, cambiazo que te crió,
del que por cierto, se notó que tras el canteo del 2×16, debían
poner a Stefan avispado. No sé, si había dudado después de pasar
la noche con ella, no veo factible que aquí se diera cuenta nada más
verla hablando por el móvil. Eso sí, la manera en que Katherine se
deshacer de él… peso pluma totalmente.
Continuamos
con el goteo de stefarine y será así hasta el día de hoy. En el
2×18, Elena firma las escrituras de la mansión para estar a salvo
al controlar quien entra y quien no. Damon y Stefan esperan afuera
porque tienen que ser invitados. Comentan el experimento de Bonnie en
la casa abandonada y Damon dice de repente: “¿Crees que la
habrá matado?”, refiriéndose a Katherine, que vimos cómo se
cagó la pata abajo cuando fue testigo de que Klaus se había
teletransportado al cuerpo de Alaric, que dicho sea de paso, es la
única forma en la que este ser ha infundido miedo. Stefan lo da
prácticamente por sentado ya que con 500 años intentando cazarla,
el primaveras no se andará demorará en ajustar cuentas. Muy
indiferente está osito, o quizás es una estrategia de su mantra de
despreocupación, que lo alterna con destellos menores y mayores de
perdonavidas aunque realmente sigue con unas ganas tremendas de
chascársela, por lo que mejor que no se muera en breves.
En
el episodio dedicado al conocer el pasado de Klaus como intérprete
de Simba en el musical de “El rey león”,
Katherine continúa encerrada en el loft de Alaric porque la puerta
está alicatada a cal y canto expresamente para ella (Damon y Stefan
entran después y salen sin problemas). Casi todo el rato se la pasa
ahí sola y por suerte, hay suministro de bourbon. Se monta la fiesta
poniéndose “Get some” de fondo (el puntazo
sería “Bitch” de Mederith Brooks), pero la
diversión se termina al regresar Klaus para transferirse a su
verdadero cuerpo aunque para mí lo que hizo fue empezarla nada más
ver la pinta de gay mediocre que tiene. Preparado a fin de romper la
maldición que se cierne sobre él, reúne los ingredientes que
necesita para el sofrito: Tyler y Carol son llevados a la mazmorra
Lockwood, la piedra se la requisó a Katherine del canalillo, y junto
con las 200 cajas de equipaje, la hija de Jonas Martin será la
encargada de cocinar en la olla express. A Elena la dejó para el
final porque sabe que no escapará y de paso nos martiriza a todos
con “Chorradas adolescentes al atardecer”. Damon intenta
paralizarlo debido a la cagada de chutar a su cuñada y cree que si
elimina al lobo de la ecuación, ella le podría perdonar. Estando
escasos de werewolves, se imaginaría que el ñarigón protagonizaría
el papel y cree que Katherine conocerá el lugar donde está
retenido, cobrándose el favor de darla verbena para que no fuese
obligada. Ella le advierte que no se meta, que el híbrido le borrará
del mapa de un plumazo. Vaya, ahora te preocupas, lástima que me
importe cero. Ah, y a Damon también. El Salvatore no se rinde y usa
la baza de su error para conseguir lo que quiere:
Damon:
¿Y si te dijera que Elena tiene sangre de vampiro en su
organismo?
Katherine: ¡¿Qué?!
Damon: Imagina qué divertido será competir con Elena el amor de Stefan, no lo sé, para siempre
Katherine: La tumba. Los tiene en la tumba
Damon: Gracias
Katherine: ¡¿Qué?!
Damon: Imagina qué divertido será competir con Elena el amor de Stefan, no lo sé, para siempre
Katherine: La tumba. Los tiene en la tumba
Damon: Gracias
Terreno
peligroso, eso ya no la mola, y aunque dijo en la escena eliminada
que esperaría lo que hiciera falta, tampoco hay que tomarlo en
sentido literal. Mediante interrumpir el sacrificio, daría tiempo a
que la doble se purgara, a lograr derrotar a Klaus y el día mañana
Elena se pirará a parir como una coneja. Una vez rescatados Carol y
Tyler, Damon vuelve para darle la noticia al jula de que le ha
chafado el invento y este entonces le dice que contaba con backups
debido a que o él o Stefan se interpondrían en su camino (aún no
tenía conocimiento de lo pelagatos que se ha vuelto el menor). Quien
lo hiciese, ocuparía la posición de Caroline. Y los lobos, lo
mismo. Aparte de Tyler, Jules andaba por el pueblo y fue su recambio.
Sin embargo, por la mordedura, a Damon no le coge, se las ingenia
para que Jenna salga de casa y la transforma. Finalmente trae a Elena
y comienza el espectáculo.
Katherine
es la primera que se entera de Damon pasará a mejor vida y
le pica el gusanillo de la reconciliación, que si se va a
ir sin despedirse ni nada. Tras todas sus actuaciones y para colmo
que fue quien llamó a la tía de Elena (suponemos
que la suplantaría fingiendo alguna movida), hacen que el
congratularse con ella no esté entre las últimas voluntades del
Salvatore. De nuevo, Katherine excusándose de que tuvo que
elegir entre su culo y Jenna, con lo cual… blanco y en
botella. Damon está harto de que siempre salga indemne de todo. La
argumentación de la perra es: “No dejé que el amor se
antepusiera en mi camino”. Ais, no escupas hacia arriba que
verás…. Además, si no hubiera sido por el trato que hizo con
George Lockwood, chapadita en la tumba se habría quedado por zafarse
con Stefan. Te ocurrirá lo mismo que a tu clon, que tendrás que
comerte las afirmaciones que digas.
Damon
quiere sacar a Jenna y sacrificarse él que de todas formas va a
morir, pero al no tener la sangre pura, no vale. Llama a su hermano
para contárselo y en una de estas ocasiones especiales que son como
el paso de los cometas, una cada cientos de años, Stefan se estira y
se presenta para reemplazar a la tía. Klaus prefiere el rollo raro
de sacrificar a 3 mujeres (encima misógino), y aunque hacer creer
que acepta su oferta, en realidad le estaca por detrás para dejarle
inmovilizado. Dice que tiene otros planes para él, que le necesita
vivo, y entonces vino la pregunta del millón: ¿Para qué querría
un híbrido megapoderoso (aunque luego veamos que su niñato de
hermano le da miedo) a Stefan? La teoría que me salió fue
relacionada con Katherine. Como vaticinó que su muerte duraría al
menos la mitad del tiempo que había estado buscándola, digamos que
se vengaría de ella muy minuciosamente, y Stefan sería la forma de
lograrlo por ser su única debilidad. Habría descubierto el tema
porque “técnicamente” Klaus es un tío listo y si durante años,
Katherine había rastreado a su osito sanguinario, puede que le
llegaran noticias sobre ello.
Así
que el sacrificio se hizo, John se inmoló para que su hija
continuara siendo humana, y en el funeral que les hacen a él y
Jenna, Damon le cuenta a su hermano lo de la mordedura. Desesperado
por encontrar una cura y enmendar su error de obligarle a
transformarse (con lo fácil que es la razón esta de que es su
hermano y no le dejará morir), Stefan va al loft de Alaric y curioso
es que entra normal, cuando Damon, siendo amigo suyo, tuvo que
esperar la invitación. Katherine le recrimina que hace 2 días que
tendría que haber sido liberada del compelling, y Stefan le cuenta
que han tenido complicaciones. Ella siente la presencia de Klaus y le
empotra de nuevo contra una pared de detrás, aunque enseguida le
delata. Deduzco entonces que lo hizo sólo para poder meterle mano un
poco. Tras dagar a Elijah por 85765131235486ª vez, ahora es Klaus
quien empotra a Stefan, diciendo: “¿Qué voy a hacer
contigo?”. Todos sabemos lo que le gustaría hacer, pero
Katherine ahí mirando… corta el rollo. Así que a falta de eso,
buenas son puñaladas, que también vimos que eran muestras
afectivas. Stefan quiere la cura a cambio de lo que sea, y Klaus le
dice que no le sirve según es actualmente (yo diría que no sirve en
ninguna de sus vertientes), pero que está dispuesto a hacer un trato
con aquel que en 1917 arrasó con un pueblo entero de inmigrantes.
Telita con el ripper, y luego el chungo era Damon. Katherine no debía
saber esto por su expresión de “wow”, que siguiéndole todos
estos años y conocer lo del concierto de Bon Jovi, me da a pensar
que fue coincidencia el que le viera con Lexi. Klaus ha debido
investigar la vida de Stefan a fin de usarle en sus propósitos y
pretende llevárselo como pago por su sangre, que es la cura. El
trato es que durante 10 años se vayan de farras y Klaus salvará a
Damon. Stefan acaba accediendo y comienza a beberse bolsas de sangre
sin parar ante la mirada atónita de Katherine, que está claro que a
ella el rippah no le motiva, a ver cómo le ata corto estando de
subidón asesino. Finalmente, Klaus le da el frasquito con la
cura a la Petrova y la obliga a ir donde Damon, a lo que
Stefan pierde todas las esperanzas porque al estar ella con
verbena, no obedecerá la orden, sino que se las pirará y todo habrá
sido en vano.
Lamentándose
está mientras que su novia le está dando la extremaunción a Damon
y de paso otras cosas. Momento esperadísimo y no tan esperadísima
la interrupción de Katherine, que digo yo que 5 min
más calladita detrás de la puerta no la habrían matado.
Voluntariamente trae la sangre de Klaus y se la da un Damon moribundo
que no entiende que siendo libre haya venido a salvarle.
“Te debía una”, dice Katherine. Bueno, me voy a creer
yo que a esta le importa deber nada a alguien (y a Damon más),
cuando estuvo de acuerdo en cargárselo solamente por salir de la
tumba. Pongamos que en el proceso de redención del personaje, van
metiendo gestos y acciones, aunque a mí no me engañan y esto es
porque sabe que ganará puntos con Stefan de cara al futuro. Si
añadimos la gran pillada que ha hecho a Elena y la sonrisilla
malévola que tiene cuando esta pregunta por el novio… tenemos la
frase que la inútil de Rose tendría que haberle soltado a la
Gilbert: “Está bien querer a los dos. Yo lo hice”. La
última parte no, obviamente, en el fondo era lista y sólo se
benefició a Damon, pero aquí me reverbera mucha mala leche ya que
toda la temporada Katherine nos ha vendido “Stefan, Stefan,
Stefan, Stefan, Stefan…” y aquello del 2×01 de “NUNCA
te he querido” que bien caro salió, para que con esa geta
venga a justificarse. O sea, que no me creo nothing de nothing. Y lo
peor está por llegar, que a Stefan llega a decírselo a la cara.
Bah, pensaba que me explayaría largo y tendido con esto, pero tras
casi 30 págs de Word, I think I’ll pass. La explicación breve es
que fue la manera en que Elena se daba cuenta que se había fregado
hasta las cejas y lo de “Siempre será Stefan” hacía
aguas por todos lados.
Concluyo
esta larga temporada y la siguiente tal cual vamos, serán 4 o 5
frases a lo sumo. Deseo que al menos sigan esta historia
algún siglo de estos, que ya estoy dudando de que Katherine aparezca
en los capítulos que quedan.
P.D.:
Esta
temporada ha sido extenuante por múltiples razones, así que
agradezco la paciencia de tod@s y si os sobra, que me parece difícil
después de leer tan tremendo tocho, guardadla para aguantar lo que
sea que quede para volver a tener algo de Stefarine, que me da a mí
que nos podemos ir despidiendo xDDDDDDD.
También
reseño las aportaciones de diferentes personas con las que he ido
comentando los capis, que me han aportado nuevas ideas, y que
nombraría personalmente pero seguro que luego me echan la bronca
diga lo que diga. Cómo entiendo a Damon… jajajaja
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